El Levante pierde atrás todo lo que gana delante y así es imposible salvarse

El Levante UD  perdió en el partido correspondiente a la jornada 17 de LaLiga Santander disputado en Cornellà ante el RCD Espanyol Los de Alessio Lisci remontaron por dos veces el marcador pero al final sus constantes errores en defensa les condenaron. Así es imposible salvarse.

De inicio el Espanyol comenzó apretando y apenas habían transcurrido cinco minutos cuando Sergi Darder, tras una buena llegada por la derecha de Aleix Vidal, se sacó un misil desde la frontal que se coló entre las piernas de la defensa y sorprendió a Cárdenas. Era un jarro de agua fría. Al Levante, este sábado de dorado, le ha mirado un tuerto. Cierto es que los visitantes habían salido sometidos, pero no lo es menos que la fortuna les da siempre que puede la espalda. Y contra ella siempre lucha este club, este equipo que en el 11' había empatado.

Una gran internada de Son por la derecha permitió al lateral centrar, Roger la peinó ligeramente y Jorge De Frutos llegaba libre de marca y la empujó. El tanto les dio alas hasta el punto que en el 25 el conjunto granota ya ganaba. Esta vez la jugada llegó por la izquierda. Una buena triangulación entre Clerc y De Frutos acabó en un centro medido del segoviano que la puso perfecta a Son que cerraba el círculo con un cabezazo imperial al segundo palo. 1-2 y el Levante de Lisci recuperaba las señas de identidad de la mejor época de Paco López.

Lo más difícil estaba hecho, pero no todo ni mucho menos. El Espanyol se estiró y tuvo una doble ocasión en las botas de Embarba que, sin embargo, se encontró con un Cárdenas inspirado, que detuvo el doble disparo periquito del propio Embarba y el postrer rechace obra de Darder

El Levante UD perdona

El Levante tuvo en sus botas la sentencia. De frutos con el exterior puso a Morales en ventaja. El comandante la pinchó y se presentó sólo ante Diego López que le sacó el pie y evitó el gol. Alessio Lisci se desesperaba y se echaba las manos a la cara cuando el propio Morales, con una precisa volea, o después con un centro que se paseó por la línea de gol tuvo dos buenas ocasiones más antes del descanso.

El que perdona, pues suele pagarlo. Y así fue. Nada más comenzar la segunda parte, RDT, Raúl de Tomas no perdonó un buen centro de Yángel Herrera desde la derecha. Si bien es cierto, los desajustes en defensa de Vezo y Son fueron graves no, gravísimos.

El 2-2 trajo más inestabilidad al choque, todo y que los de Lisci, al que le quedaban pocos centímetros para saltar al césped, dominaban algo más el juego. Parecía que el conjunto granota necesitaba esa chispa para volver a mostrar su velocidad y lo letal que puede llegar a ser al contragolpe. El Espanyol sacaba un córner, el rechace llegó a la medular y ahí Roger la peleó para cedérsela a De Frutos. De nuevo como una bala enfiló hacia la meta rival, llegó hasta el área y la puso atrás dónde el comandante Morales marcaba a placer el 2-3.

La defensa echa por el suelo el trabajo en ataque

Pero este equipo se desangra en defensa y, en el 59 el Espanyol ya había empatado. Otro córner pésimamente defendido, fue aprovechado por Javi Puado para marcar de cabeza el 3-3. Son no llegó y el catalán no perdonó. Todo el trabajo y el acierto ofensivo se iba por el sumidero por culpa de una defensa endeble que no tapa y que hace que el equipo ni marcando tres goles gane un partido.

Y para completar las desgracias, justo después de que Alessio Lisci sacara a Soldado por Roger, a Cantero por Morales y a Melero por Campaña para amarrar la medular, Puado recibió solo en el área un rechace de Cárdenas y no perdonó el 4-3. El meta se estiró pero ya nada podía hacer por enmendar el error. Sus zagueros tampoco estaban.

Y Son lo remata

Y Son remataba el choque expulsándose después de una doble colleja a NIco Melamed. Lamentable el lateral que dejaba a su equipo con uno menos cuando más se le necesitaba. Desde el banquillo Lisci sacó a Pepelu y Coke por Malsa (amonestado) y Bardhi.

Lo más cerca de marcar fue una caída de Coke en el área pero el contacto fue tan tímido que el colegiado no lo apreció como penalti y una contra, la enésima,

Mustafi, cojeando tras un golpe fortísimo en la rodilla, acabó el partido renqueante. Es duda para el próximo choque. Más problemas para un Lisci