Un presente gris y un futuro negro

El Valencia CF perdió ante el Deportivo Alavés en el partido correspondiente a la jornada 24 de LaLiga Santander. Los de Mestalla estrenaban su equipaje gris e hicieron un partido negro. De los peores de esta temporada. Acusando el cansancio de la Copa pese a las rotaciones, el equipo de Bordalás se mostró soso, plano, poco intenso y en ningún momento dio la sensación de poder sumar en su visita a Vitoria. Los locales que llegaban sin ganar desde noviembre, se jugaban la vida y se notó. Pusieron un poquito más, lo suficiente, para doblegar a un Valencia con un futuro negrísimo en LaLiga y muy lejos de Europa.

De inicio Bordalás apostó por rotaciones en su once titular y dar minutos a jugadores como Hélder Costa, Yunus Musah o Marcos André, menos habituales. También reservó a Omar Alderete. El morbo, con todo, lo ponía tener delante a Joselu, el elegido para verano y, cómo no, a Jason, traspasado en enero y que creó la primera ocasión en el primer minuto de partido. Giorgi, fijo y que revienta debates, paró bien el tiro de Loum.

Lato, otra de las novedades, junto a Hélder Costa pronto empezaron a martillear por su banda. Por la otra, Yunus y Thierry hacían lo propio. Sin embargo, la primera gran ocasión la tuvo Guedes. Recibió en la izquierda, se perfiló hasta la frontal y sacó un misil que Pacheco desvió a córner cuando la pelota buscaba la escuadra.

La respuesta llegó a balón parado. Ilaix Moriba fue objeto de falta mientras esperaban un córner, el árbitro señaló igualmente el saque de esquina. Jason centró, Joselu remató de cabeza y Giorgi hizo un paradón, pero su rechace quedó muerto en el área y el Valencia, mal en defensa, vio como Loum fue el más listo de la clase y remachó el 1-0. Otra vez a balón parado, otra vez tras una falta inexistente, pero otra vez un gol tonto en contra a las primeras de cambio. Y es que, no había pasado ni un cuarto de hora y los de Bordalás, desesperado en el banquillo, ya perdían.

El Valencia no despertaba y, de nuevo en el 27, el Alavés pudo marcar el segundo. Jason centró, Duarte remató y, tras una nueva buena parada de Giorgi, Joselu libre de marca remató de cabeza alto. Remeseiro estaba siendo una pesadilla por la derecha. La venganza es un plato que se sirve frío y el gallego percutía una y otra vez. Era uno de los peores partidos que se recuerdan del Valencia. Sin intensidad, sin sentido, espeso, y sin ofrecer nada que pudiera pensar que este Valencia quiere y puede engancharse a Europa.

Hasta el 38 el Valencia no volvería a acercarse a la meta rival. Fue un tiro manso de Marcos André a la media vuelta que cogió a Pacheco bien colocado.

La prueba de la falta de intensidad, de la falta de ritmo, es que las segundas acciones, los rechaces, y los rebotes siempre caían del lado vasco. El Valencia había tirado por la borda la primera parte.

En la última jugada del partido, el árbitro paró un saque de banda, sacó amarilla a Tomás Pina porque había desplazado a un rival en el área. Parecía que iba a pitar penalti, pero mandó repetir el saque de banda que acabó sin consecuencias. Lo mejor que le podía pasar al Valencia es irse a la caseta y reflexionar.

Bordalás cambia al Valencia CF y Guedes empata

Maxi Gómez, Bryan Gil y Hugo Duro saltaron al campo tras el descanso. Se quedaron en el banco Marcos André, Carlos Soler y Hélder Costa. Mensaje claro del técnico en especial al brasileño y al portugués. Les daba un partido en semanas y duraron hasta el descanso.

Con los cambios y el apretón, el Valencia de Bordalás salió con otra energía. Guedes, ahora desde la derecha, pero tampoco es que fuera un monólogo, pero al menos sí se vio otra cosa. En el 58 una llegada de Bryan Gil propició un penalti que, por suerte para los intereses valencianistas, Guedes no falló. Jason había hecho unas manos clarísimas y el VAR no dudó en advertir a Cordero Vega. Lo que el VAR no quiso ver en San Mamés, sí que revisó en Mendizorroza.

Con poco, el Alavés hace el segundo

El Valencia CF empataba y soñaba todavía con la remontada, y eso que Loum estaba llegando con peligro aprovechando el hueco que hay en el medio sin un seis claro.    El Alavés, que está en puestos de descenso, se fue a por el triunfo. El partido se abría, por necesidad y llegó la tormenta perfecta.

Guedes con molestias y Yunus, sin verlo, le dio una patada a Laguardia en el área a la hora de despejar, penalti y el deseado Joselu no perdonó desde los once metros. 2-1. Mamardashvili no pudo hacer nada.

Bordalás sacó a Guillamón, que volvía después de su operación de tabique nasal para buscar claridad en sacar el balón. El sustituido fue Eray Cómert, el central con más cambios en menos partidos. El técnico buscaba claridad para sacar el balón, pero el tiempo se esfumaba. El Alavés, que llevaba sin ganar en noviembre (al Levante), celebraba un triunfo que les da vida y que al Valencia, que acabó con Guillamón sangrando y Giorgi rematando un córner le condena a la mediocridad.