Cerco al modelo Gattuso: el Valencia, líder del ranking de faltas recibidas

Seis jornadas de LaLiga Santander han bastado para que los rivales sepan a qué juega el Valencia CF. El modelo de Gennaro Gattuso se construye sobre sus cimientos: a los jugadores les gusta, creen en la idea y la aplican con más buen juego que puntos. Hay consenso, el nuevo Valencia se expresa a través del balón y los rivales lo saben. Por ello, lidera este apartado con un total de 105 faltas recibidas hasta el parón del mismo modo que terminó primero la temporada pasada. Supera con ventaja a las 95 faltas que recibe el Getafe y las 92 del Girona.

A nivel individual, son cuatro los jugadores que centran el foco. Thierry Correia y Samu Castillejo comparten el primer lugar. Ambos recibieron 16 faltas y sorprende en particular lo del lateral, que no sólo cumple a rajatabla en defensa sino que se prodiga y crea desde la banda en el apartado ofensivo. De cerca, les siguen la brújula de este Valencia, Hugo Guillamón, (13) y el desequilibrante Samuel Lino (10). Además, coincide que son de los jugadores más habituales dentro de los esquemas del técnico.

No obstante, durante los últimos años los equipos que cometen más faltas también las suelen recibir. Ocurrió con Bordalás el año pasado, pues el Valencia contaba con un enchufado Guedes pero también se empleaba con dureza al igual que ahora hacen los rivales con los de Gattuso. El rol de Gonçalo Guedes ahora está más repartido entre los jugadores de la plantilla che, que son menos físicos y amasan más el balón. Por el momento, no consiguen rehuir de los partidos más trabados.

El caso Lino en el Valencia-Celta y la falta que no computó

Por estilo y por características del jugador, cuando a Lino le llega la jugada muchas veces termina en falta. Una de las últimas polémicas que, a raíz del parón, ya ha quedado diluida, fue la amarilla que le mostró González Fuertes en el Valencia-Celta. El colegiado asturiano entendió que el brasileño simuló un penalti en el minuto 55 del encuentro. Las cámaras, en cambio, demostraban que el toque existía pero el VAR no entró para desdecir al trencilla principal.

Evidentemente, esa falta no computó todo y que habría encarrilado la victoria mucho antes de lo que sucedió. Días después, Competición estimó las alegaciones del Valencia y al jugador le quitaron la amarilla. No es que haya peligro de sanción cercana -tiene 0 amarillas y su posición le abstiene de ser duro en algunas ocasiones- pero esta vez la justicia favoreció al Valencia.