Un rival en descenso pero con buena racha
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La Unión Deportiva Almería llegará el próximo domingo (desde las 17.00 horas) al estadio José Zorrilla en puestos de descenso a Segunda división B. El equipo de Néstor Gorosito se encuentra entre los últimos cuatro clasificados de la categoría pero lo hace con una buena racha. Los andaluces llevan una derrota de las últimas ocho jornadas y acumulan ya seis jornadas consecutivas sin perder.
El próximo rival del Real Valladolid está en forma pero sigue estando lastrado por el déficit de puntos de las primeras jornadas ligueras y el primer tramo de la temporada. En él, el equipo rojiblanco sólo ganó un partido en las primeras 18 jornadas. Ahora, todo es diferente. Se comienza a ver la luz al final del túnel y pese a que el equipo aún no ha conseguido ganar fuera del estadio almeriense, la dinámica no es tan negativa y si mínimamente positiva. El equipo parece tener una salida y con el entrenador argentino a la cabeza, parece que pueden conseguirlo.
Una derrota en nueve partidos
Hace justo dos meses, el Almería conseguía una victoria importante. Superaban (2-1) al Real Zaragoza y ésta parecía ser la victoria que les iba a dar el empujón definitivo en confianza y clasificación. No se lo ha dado pero sí que ha creado una buena racha de ocho partidos casi consectivos sumando. Desde aquella victoria ante el equipo de Carreras, los de Gorosito sólo han perdido un partido (0-2) al recibir al Club Deportivo Lugo en el estadio d los Juegos Mediterráneos.
Después, cinco empates y sólo dos victorias. Como le ocurre al Real Valladolid pero en un objetivo muy diferente, ambos conjuntos viven lastrados por los empates. Con ellos no avanzan para conseguir su objetivo pero siguen sumando para mantener vivo el sueño. El Almería ha encontrado un camino. Es cierto que éste está marcado por la debilidad y, aún, pese la carencia de esos puntos fuertes que se esperaban en verano, el equipo ha conseguido crear un punto ilusionante, un resquicio emocionante gracias a no perder.
Dos goles encajados
Ajenos a esa derrota ante el Lugo, donde el equipo gallego confirmó su victoria en el tiempo de añadido, el proyecto de Gorosito está fuerte. En los últimos seis partidos, además de no perder, ha conseguido poner el cerrojo a su puerta. Solamente ha encajado dos goles. Sumándole los partidos anteriores desde el mencionado encuentro ante el Real Zaragoza, los almerienses han recibido cinco goles en los últimos nueve partidos. Por su parte, y en el mismo tiempo, el Pucela ha encajado 11, más del doble.
En definitiva y con todos estos datos sobre la mesa, queda claro que el domingo llega al estadio José Zorrilla un equipo que vive en puestos de descenso a Segunda B pero que lo hace con una buena racha de resultados. La dinámica del equipo rojiblanco no es para estar en el puesto en el que está. Eso sí, Gorosito y sus jugadores saben que para llegar al objetivo necesitan una victoria fuera de su estadio. En Valladolid tendrán una nueva oportunidad para firmarla y dar así el golpe definitivo a su intención de mantenerse en la categoría de plata.