El cerrojo de Becerra

Tras la doloroso y humillante derrota (6-2) ante el Sevilla Atlético, el Real Valladolid quedaba señalado e Isaac Becerra, su portero en aquel duelo, más. En cualquier goleada de estas dimensiones, el portero sale perjudicado y el '13' no fue menos. El ex del Girona FC perdía parte del peso adquirido anteriormente y, tras el duelo en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, quedaba tocado. Muy tocado. Los seis goles recibidos hacían daño, pero a su vez, y con el paso del tiempo, han hecho despertar el instinto del mejor portero de la pasada temporada en LaLiga 1|2|3 y el cancerbero con mejores cifras en la temporada 2015/2016. 

 

Un gol cada 108 minutos

Desde aquel partido, disputado el pasado 16 de abril, Becerra ha seguido siendo el portero titular del Real Valladolid y ha respondido con creces a esa confianza. Salvo por el fallo en el segundo gol del empate (2-2) ante el Club Deportivo Mirandés, el '13' ha dado la talla. Vital en la victoria (0-3) ante la Unión Deportiva Almería, el catalán hizo dos intervenciones de nivel en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Fue, como bien afirmó Paco Herrera en aquella rueda de prensa, determinante en aquella importante victoria.
Con aquel duelo, en el que la portería acabó con el cerrojo puesto, igual que este pasado fin de semana en la victoria (1-0) ante el Getafe CF, Isaac Becerra ha conseguido ampliar su historial de victorias desde la portería a cero y con ellas muestra su nivel y sus excelentes datos en los últimos seis partidos. El portero blanquivioleta se ha convertido en el reflejo del equipo. Él llega bien al tramo final liguero y el equipo, por consiguiente, también.
Becerra ha conseguido poner candado y cerrojo a la portería desde la visita a Sevilla. Desde entonces, además de dejar la portería a cero en dos de seis partidos, en el resto de los encuentros sólo ha encajado cinco goles. En esos últimos 540 minutos, Isaac Becerra ha recibido tan sólo media decena. Así, en el tramo decisivo de la temporada, el Real Valladolid recibe un gol cada 108 minutos, una cifra que contenta, emociona e ilusiona a Paco Herrera en su objetivo de entrar entre los seis primeros clasificados de la categoría.