La única alegría en una funesta temporada
Reportar vídeo
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
-
Ésta fue nuestra crónica de la victoria (2-4) ante el Real Oviedo
-
Así fue la celebración de la afición del Real Valladolid aquel día
-
El Real Valladolid visita este viernes el Estadio Carlos Tartiere
La temporada 2015/2016 estará siempre marcada en el recuerdo, que no en la memoria, de los aficionados del Real Valladolid. Hace ahora dos temporadas la entidad pucelana peleó por evitar el descenso a Segunda división B, del que se salvó matemáticamente en la penúltima jornada y del que le distanciaron apenas cuatro puntos. Aquellos meses, con tres entrenadores incluidos, no dejan un buen recuerdo en el entorno blanquivioleta salvo por pequeños detalles. Una de esas pequeñas pinceladas de emoción es la que se vivió el 12 de marzo de 2016 en la visita vallisoletana al Nuevo Estadio Carlos Tartiere.
Por ello, en la previa al regreso al feudo asturiano este viernes, desde las 21.00 horas, es momento de recordar aquel magnifico viaje que dejó, además de la contundente victoria (2-4), el hat-trick de Juan Villar y la celebración de la afición vallisoletana en las gradas ovetenses. Fue, en su momento, un intento de empujón del equipo de Miguel Ángel Portugal pero, finalmente, apenas sería la única gran alegría para una temporada de recuerdo, de un funesto recuerdo.
Contundencia blanquivioleta
Aquel 12 de marzo el Real Valladolid se llevó una gran alegría y lo consiguió tras no ser él. Durante los meses previos al mercado invernal y durante ese mes de enero, Miguel Ángel Portugal pedía gol. El técnico burgalés quería reforzar el ataque para que su idea pudiera llevarse a la práctica. El Pucela quería ser vertical, jugar con dos puntos y no centrarse sólo en Juan Villar. Portugal lo reclamaba, Braulio Vázquez se lo daba pero sólo en Oviedo se consumaría.
Un fuerte inicio blanquivioleta, con goles en los minutos 15, 23 y 30, noquearon el primer tanto de Mamadou Koné. Todo salió a pedir de boca aquella temporada pero fue algo esporádico. Aquella eficacia del Real Valladolid fue muy puntual, casi única de la mayor alegría de aquella temporada o, al menos, la que más disfrutó la afición.
Once titular liguero el 12 de marzo: Kepa Arrizabalaga; Javi Chica, Juanpe Ramírez, Marcelo Silva, Nikos Karampelas (Mario Hermoso, min. 42), Borja Fernández, Pedro Tiba (Óscar González, min. 87); Juan Villar, Johan Mojica, Vincenzo Rennella y Roger Martí (Rodri Ríos, min. 84)
