Míchel y Alcaraz, una pareja compenetrada
Las sensaciones del Real Valladolid en los primeros encuentros ligueros eran buenas, pero faltaba algo. Con Míchel Herrero lesionado al final de la pasada campaña, el Pucela perdió a una figura importante, lo que se ha demostrado tras su puesta a punto. Tuvo tres minutos en la primera jornada en Girona, 17 en Getafe y, en un aumento progresivo, 23 contra el Deportivo Alavés.
El partido en el Estadio Abanca-Balaídos supuso un punto de inflexión para el equipo, curiosamente, cuando un Míchel totalmente recuperado completó los 90 minutos. En ese encuentro Sergio González apostó por tres hombres en la medular y se empezó a ver que la compenetración que habían mostrado el valenciano y Rubén Alcaraz en el empate (3-3) de Vigo podía ser una de las claves de la reacción pucelana. Y así fue.
Con el equipo colista, el técnico catalán dio el centro del campo a los dos frente al Levante UD y llegó la primera victoria. Ambos repitieron en Villarreal y contra la SD Huesca, y el resultado fue el mismo: triunfo. De hecho, ante el conjunto oscense fueron de lo más destacado del partido, hasta el punto de que ambos fueron los escogidos para comparecer ante los medios de comunicación en zona mixta, reconociendo en sus declaraciones que se encuentran muy a gusto jugando uno al lado del otro.
La buena sintonía entre Alcaraz y Míchel parece que no solo se produce dentro del terreno de juego, sino también fuera de él. El pasado martes se les pudo ver, con Borja Fernández y otros deportistas de equipos vallisoletanos, en el Polideportivo Pisuerga, apoyando al Carramimbre CBC Valladolid en su estreno liguero en casa. Como no podía ser de otra forma se sentaron juntos, tal y como se puede apreciar en la imagen, y, durante todo el partido, demostraron hacer buenas migas también lejos del césped. Una complicidad que ha sido clave para el resurgir de un Pucela que ahora es séptimo en la tabla.