Una goleada para volver a creer

El Celta ha vuelto a la vida, una goleada terapéutica ante un Sevilla que se queda a tres puntos de los vigueses y pierde el golaveraje particular. El Celta sigue en la pelea por Europa gracias a las paradas de Sergio, fundamental cuando peor estuvieron los de Unzué, y los goles de Aspas, que con 19 ya iguala su mejor temporada.

Nzonzi y Pione Sisto se convertían en los protagonistas de un choque igualado en los primeros compases, ni Celta ni Sevilla eran capaces de llevar el peso del juego hasta que Roncaglia cometió un error grosero en la entrega que a punto estuvo de aprovechar Sandro.
El defensa argentino falló de manera clamorosa y tuvo que ser Sergio, prácticamente batido, el salvador del Celta en el minuto seis. En un alarde de reflejos despejó el disparo a bocajarro del atacante sevillista. Primer susto en un Balaídos semivacío que regresaba a la tranquilidad en un duelo marcado por la igualdad y la falta de precisión en ambos equipos.
Unzué avanzaba que su intención era hacer que el Sevilla viviese un partido largo para aprovecharse de su cansancio. Para ello iba a proponer un fútbol intenso y rápido un planteamiento que en el primer tercio del encuentro no apareció aunque al menos el Celta no salió tan dormido como en anteriores duelos.
Pione Sisto seguía buscando una jugada que permitiese a los suyos gozar de alguna ocasión clara pero sus buenas intenciones se estrellaban una y otra vez con la zaga visitante. Su mejor intento, rozando la media hora de encuentro, fue un pase entre líneas al que punto estuvo de llegar Daniel Wass.

Segunda ocasión visitante y gol celeste

Un nuevo error celeste, en este caso de Lobotka, permitió el segundo disparo claro del Sevilla. El eslovaco, que recibía el pase de Mallo, estuvo lento ante la presión de Pizarro y se dejó robar la pelota. Combinó el cuadro de Montella para encontrar a Banega en la frontal, el medicentro argentino probó suerte con un disparo raso que Sergio atrapó sin problemas. 
Pione Sisto volvió a catalizar el ataque celeste. El Tucu recibe del danés encuentra a Jonny en el costado zurdo y el canterano centró para que Arana acabase anotando en su propia portería. El tercer tanto consecutivo que el Sevilla encaja en propia meta.
 
El tanto avivó al Celta que tuvo la mejor del choque en las botas de Iago Aspas. En un remate acrobático y completamente sólo Soria se lució con una parada imposible para impedir a los celestes irse al descanso con una mayor ventaja. Sergio tuvo que volver a ponerse el disfraz de héroe para impedir el empate hispalense con un buen despeje con sus pies en otro disparo de Sandro. 

Otro milagro del Gato

Cuarenta y cinco minutos para seguir soñando con las miles europeas, aplausos para Nolito y para Sergio, el principal artífice de la ventaja celeste. Por que el Gato volvió a salvar a los suyos con sólo dos minutos de continuación en un mano a mano con Ben Yedder. 
Tras la parada de Sergio el choque se aceleró, perdidas y ataques en los que el Celta, con una recuperación de Sergi Gómez y su incorporación al ataque estuvo a punto de ampliar su ventaja. El catalán lanzó la jugada, esta acabó en banda derecha, donde Brais soltó un gran centro al que Sergi no llegó por centímetros. 

Aspas On Fire

El Celta, esta vez sí, estaba más cómodo sobre el césped y llegaba con facilidad a la meta de Soria. Avisaron Wass y Sisto pero fue el 'Tucu' el que robó el esférico para asistir a un Iago que rompía su sequía goleadora con un disparo cruzado lejos del alcance de Soria.
Ni dos minutos, ese fue el tiempo que necesitó Aspas para marcar su tanto 18 en liga. Otro centro del 'Tucu' en el que Soria falla de manera clara para que Aspas rematase a placer y sentenciase el choque con media hora de juego por delante. 

'Festa rachada'

Con el partido roto Balaídos disfrutó con el mago de Sanlúcar, un Nolito que volvía a pisar el escenario de sus mejores hazañas antes de celebrar el cuarto tanto del Celta, el tercero de Iago Aspas. Justo el día que volvía a ser el 9 del Celta sumaba su segundo hat trick de la temporada. El primero, ante Las Palmas y sin Maxi Gómez, curiosa coincidencia.
Con el Sevilla rendido y entregado el Celta pudo marcar el quinto en las botas de Brais Méndez, Balaídos recordaba sus viejas canciones, tanto tiempo olvidadas y sólo la lluvia, en un chaparrón final deslució la fiesta del Celta, un Celta que vuelve a creer en Europa de la mano de Sergio y Aspas.

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