Ni Nochebuena ni Navidad

Otra derrota, la décima de la temporada de un Celta de Vigo que termina 2019 en puestos de descenso dejando más dudas que certezas en una penosa segunda mitad en la que se tiró por la borda la ventaja inicial lograda por Aspas. El Celta se va de vacaciones, poco merecidas, en las que mucho van a tener que cambiar las cosas si quiere salir de un descenso fraguado en los despachos y corroborado en el campo. El 3-1 del Levante es un palo más en un 2019 aciago y desquiciante para una afición que no se merece lo que está sufriendo.

Buena puesta en escena de un Celta que en los cinco primeros minutos de encuentro gozó de varias oportunidades, en las botas de Rafinha y Aspas, para poder adelantarse en el marcador gracias a una presión altísima que acogotaba la salida de balón del cuadro granota.

Los celestes lograban adelantarse, en una jugada a balón parado tras una peinada de Aráujo, por medio de Iago Aspas. El moañés se anticipaba a su par para batir a Aitor Fernández en el 13' . Poco antes era el Levante el que avisaba en una jugada aislada tras una salida en falso de Rubén Blanco.

El tanto provocaba que el Celta retrocediese líneas ceder protagonismo a un Levante que apenas era capaz de inquietar la meta viguesa, mientras el Celta buscaba un segundo gol que llevase tranquilidad a un banquillo, el olívico, donde no estaba sentando Óscar García Junyent. Aidoo pudo, en otra jugada a balón parado, abrir distancia en el marcador, pero su cabezazo se marchó ligeramente desviado.

El paso de los minutos adormecía a un Celta que en los últimos instantes de la primera mitad dejaba a los pupilos de Paco López merodear la meta de Rubén Blanco hasta el punto de que el canterano nacido en Mos tuvo que salvar a los suyos con una gran parada a disparo a bocajarro de Roger.

Nada más comenzar la segunda mitad Aspas perdonaba el 0-2 con un dócil cabezazo a las manos de Aitor Fernández. Marraba una oportunidad perfecta para apuntillar a un Levante desnortado en su juego. Seguía buscando el tanto el Celta gracias a un gran trabajo de presión sobre la salida de balón granota. Esto provocaba la perdida de Toño ante un Aspas que cedía el esférico a Mina para que estrellase su remate en los guantes de Aitor Fernández.

Roger logra el empate

La entrada de Mayoral al partido cambiaba el choque al situar a Morales en banda, el Levante, ahora sí, trenzaba una jugada que terminaba con el tanto de Roger en el 60'. Rubén Blanco, en primera instancia salvaba el gol a disparo de Mayoral ante una zaga, la celeste, que apenas mostró oposición pero su rechace cayó en los pies de Roger que solo tuvo que empujar el cuero al fondo de las redes.

Un fuera de banda, una protesta, un despiste y un gol

El empate supuso un duro varapalo para un Celta que encaja con mandíbula de cristal que no tardó en recibir el segundo en una polémica acción en la que el Celta pedía fuera de banda de Mayoral en lugar de la señalada a Araujo.

Los jugadores celestes, en lugar de bajar a defender se pusieron a protestar la decisión arbitral mientras Mayoral avanzaba sin oposición para regalar el tanto a Roger. Los celestes entraban en cólera por una decisión injusta en la que Aspas y Brais Méndez acababan con cartulina amarilla y el Celta con un 2-1 en contra.

Beltrán, Pione Sisto y el Toro Fernández entraban al campo para buscar el empate pero el Celta apenas era capaz de emitir un latido ya que era el Levante el que estaba más cerca de marcar. No pudo empatar el Celta, de hecho fue el Levante quien marcó el tercer tanto, obra de Mayoral en el descuento.

El Celta termina 2019 en puestos de descenso, dejando una segunda parte penosa que llena de incertidumbre el largo y tortuoso camino que le queda por delante hasta el mes de mayo. A día de hoy soñar con una temporada tranquila es una utopía, el Celta, si se salva, lo hará en el mes de mayo.