"El celtismo nos apoyaba, pero tras esa victoria, creyeron como creímos nosotros"
De alguna manera este 30 de marzo de 2020 el dios Aspas cumple su primer cumpleaños, su resurrección desde los infiernos, su triunfo y su humanización como un humano al ver brotar de sus ojos una lágrimas de tensión, presión y responsabilidad recién liberadas. El propio Aspas recordaba su gesta a los canales oficiales del Celta de Vigo, una gesta casi solitaria, salvo porque el celtismo siempre estuvo ahí para morir con el equipo.
Aspas recordaba en CeltaMedia que Balaídos "estaba lleno, nos estaban empujando y, a poco que hiciéramos, íbamos a echar a la gente encima del Villarreal, y nos iban a ayudar a dar la vuelta al marcador", eso a pesar del 0-2 en contra que logró el cuadro castellonense en 15 minutos de partido y que perduró hasta el descanso.
El moañés reconoció que la victoria ante el Villarreal supuso un doble subidón anímico, para jugadores y afición, que fueron claves para lograr la permanencia: "Sobre todo a nivel anímico del equipo, pero también a nivel anímico de la gente. A raíz de ese partido se vinieron arriba. Ya nos apoyaban pero, a partir de ese partido, creyeron como creímos nosotros".
Esta dinámica se reflejó, según Aspas, en que "tuvimos tres o cuatro partidos en Balaídos casi seguidos, en muy poco tiempo, sacando muchos resultados positivos...". El delantero recordó que se trató de "partidos difíciles, partidos contra rivales que estaban abajo que también nos dieron ese ímpetu para salir de descenso".