La mala fortuna y el cansancio dinamitan al Celta de Coudet

Brotes verdes y mismos males en la puesta de escena del nuevo Celta de Vigo diseñado por Coudet. La presión, las ganas, la transición rápida, todo eso se pudo ver en una dolorosa e inmerecida derrota ante el Sevilla. También se vio la endeblez física de un equipo que llegó muerto al final, donde los internacionales dijeron basta porque el oxígeno no les llegaba a los pulmones, con los laterales muy exigidos y con un Celta partido en dos en muchos minutos.

El Celta de Vigo, con Eduardo Coudet en la grada al no tener la documentación necesaria para sentarse en el banquillo, Nando Villa y Álex Andújar serían los encargados de transmitir los mensajes del técnico argentino en su debut.

Los primeros minutos del Celta de Coudet dejaron muchísimas dudas por la escasa presencia de efectivos en la medular, lo que permitía al Sevilla llegar con mucho peligro a la meta de un Rubén Blanco que tras varios remates a puerta tuvo que recoger el balón del fondo de sus mallas en el minuto 6'.

Koundé le ganaba la posición a Murillo tras el primer remate de Diego Carlos y Rubén Blanco, que ya había salvado a los suyos un minuto antes, nada podía hacer. El cuadro local no bajaba el ritmo y Rubén tenía que volver a salvar los muebles en un cara a cara con Ocampos en un error grave de Nolito y Olaza, que no se entendieron.

Vaclík regala a Aspas el empate

La suerte se aliaba con el Celta antes del 10', un centro de Mallo provocaba un gravísimo error de Vaclík, que se comía el balón de manera inexplicable y tras rebotar en el palo dejaba solo a Aspas para lograr el empate. Con la pelota los vigueses eran capaces de mostrar su calidad, pero sin ellas se mostraban como un equipo partido, que llegaba tarde a las presiones y sin capacidad para tapar los ataques hispalenses.

El paso de los minutos liberaba a los pupilos de Coudet de los nervios iniciales, poco a poco se iban dibujando algunas de las líneas maestras que el técnico argentino quiere trazar en el Celta. Transiciones rápidas de balón, presión alta y un ritmo elevado que aún están asimilando sus jugadores.

Nolito se estrena en Liga

El Celta se hacía con la pelota, dominaba el encuentro, se sentía cómodo y seguro en el Pizjuán y así llegó el segundo tanto. En una gran jugada de Aspas el portero local lograba despejar el disparo del moañés, el rechace era para Nolito y este encontraba el hueco para batir el segundo del Celta poco antes del minuto 40'.

El duelo en la capital andaluza se cobraba su segunda víctima antes del descanso. Acuña había tenido que pedir al cambio minutos antes y tras el gol del Celta era Aidoo el que solicitaba su sustitución al notar un pinchazo en su pierna derecha. El internacional ghanés dejaba su puesto a Araujo, que al poco de entrar despejaba con la cabeza un peligroso centro de Navas.

Pudo marcar el tercero Nolito ya en el descuento. Todo lo bien que se comportaba el Celta en ataque y con la pelota quedaba ligeramente ensombrecido por los problemas defensivos, especialmente de los dos laterales, cada vez que el Sevilla lograba hacerse con el esférico. Y esa fragilidad quedó patente en el empate logrado por En-Nesyri en el 47'. Navas ponía un centro al segundo palo y ahí el marroquí le ganaba la posición a Araujo y Mallo para batir a Rubén Blanco.

Empate al descanso

Un empate a dos goles y 45 minutos por delante con un Celta de dos caras, letal arriba y endeble cuando le toca defender, era lo que le quedaba al equipo de Coudet para cerrar su debut. Aspas seguía generando peligro pero los vigueses ya no eran capaces de dominar el partido como había sucedido en la primera parte.

Los de Lopetegui sumaban pases y pases, se acercaban al 60 por ciento de posesión e iban acorralando a un Celta que tenía que juntar líneas para proteger su meta. Aún así Aspas tenía una grandísima ocasión para pponer el 2-3 en el 64' tras una buena combinación con Mina. La contra celeste terminaba en los guantes de Vaclík para desesperación del moañés.

El Celta despertaba y Mallo encontraba a Mina en el área para obligar al meta local a lucirse. Vaclík se redimía de su primer error con dos acciones de mérito. Coudet retocaba su once quitando a Nolito para reforzar la medular con Okay Yokuslu.

El partido no tenía el vértigo de la primera mitad, Rubén Blanco no tenía que aparecer y salvo los problemas físicos que podía tener Murillo el equipo se mostraba sólido y con confianza. Una falta en la frontal, hecha por Renato Tapia, era la mejor ocasión local en muchos minutos. El mosense se tuvo que lucir a disparo de Jordán, que lograba que la pelota bajase a gran velocidad.

Catigo inmerecido

En una acción aislada, fruto de la mala fortuna, Escudero lograba el 3-2. El disparo de Escudero tocó lo justo en Tapia para hacer imposible la estirada de Rubén Blanco. No terminaban ahí los males celestes porque Denis Suárez cometía un error en el pase que no perdonaba el Sevilla. Munir ponía el cuarto en el 87' y sentenciaba el choque. Coudet tiene mucho trabajo por delante, pero el Celta ha dado la cara ante uno de los mejores equipos de LaLiga Santander y tuvo opciones para llevarse la victoria antes de que la mala fortuna y el cansancio dinamitasen la puesta en escena de Coudet.