Un punto más, un partido menos

Empate sin goles en un igualado encuentro entre el Celta de Vigo y el Athletic Club. Balaídos fue testigo de un partido con pocas ocasiones en la que los de Coudet intentaron llevar el peso del juego mientras que el Athletic buscó hacer daño a la contra. Ninguno de los dos equipos supo imponerse al rival y suman un punto que les acerca más a la salvación matemática pero que les puede dejar en tierra de nadie en el tramo final de la temporada.

Duelo de meritorios a la séptima plaza en Balaídos. Celta y Athletic Club, igualados en la tabla con 33 puntos, buscaban un triunfo que certificase su continuidad en LaLiga Santander y les permitiese soñar con pelear por objetivos más atractivos que una simple permanencia. Sin Rubén Blanco, lesionado de gravedad, era Iván Villar el que abortaba la primera gran ocasión del encuentro, un buen disparo de Villalibre que encontraba la respuesta celeste por medio de Iago Aspas y Santi Mina. Los dos contendientes abrían las hostilidades sin que el reloj marcase el minuto 10.

Santi Mina y Asier Villalibre protagonizaban un bonito duelo de delanteros. Los dos 'nueves' mostraban su capacidad para meter en problemas a los centrales rivales. Balaídos era testigo de un bonito duelo con dos equipos predispuestos a atacar y no especular. Los de Coudet se hacían con el control del juego pero era el Athletic quien rozaba el primero a la media hora. Una contra rojiblanca que Berenguer, bastante forzado, no aprovechó con un disparo ligeramente desviado.

Con Denis Suárez a la batuta el Celta no encontraba las fisuras de la zaga vizcaína, muy sólida en los ataques en estático propuestos por los pupilos de Coudet. El colegiado señalaba el final de una primera parte con más ritmo que ocasiones y en la que el Athletic, con dos acciones aisladas, estuvo más cerca de mover el marcador.

La segunda mitad daba comienzo con Muniain sobre el césped de Balaídos, la única novedad de un encuentro que no cambiaba de guión. El Celta se quedaba con el esférico y el Athletic buscaba hacer daño con transiciones rápidas tras robo de balón. Nolito daba el susto al dolerse de su rodilla derecha. El gaditano tuvo que ser atendido por el doctor García Cota y pudo continuar con molestias.

Los minutos pasaban y la telaraña rojiblanca era más tupida con siete hombres metidos en las inmediaciones del área de Unai Simón. El Celta solo era capaz de doblegar a la zaga bilbaína a través de Iago Aspas. Coudet intentaba encontrar alguna solución en su banquillo y apostaba por Facundo Ferreyra. El argentino, en un cambio de hombre por hombre, suplía a Santi Mina.

Berenguer volvía a meter en problemas a Aarón Martín con una internada hasta línea de fondo de la que sacó un centro con destino al área chicha. Ahí Villar estuvo más rápido que Muniain para desbaratar la oportunidad del Athletic Club. Ninguno de los dos entrenadores era capaz de desnivelar desde el banquillo un partido que se fue trabando. Coudet apostaba por Solari y Beltrán, el Celta seguía ejerciendo un dominio estéril que conducía el duelo a un empate sin goles.

Solo Aspas, con un seco disparo desde la frontal, intentó romper las tablas que reinaban en Balaídos. Araujo se tenía que retirar por problemas físicos en su pierna derecha que podían estar provocados por la elongación muscular que sufrió ante el Valladolid. Aidoo entraba en su lugar mientras el partido se moría sin que ninguno de los dos contendientes pudiese cambiar el marcador. Un punto para cada uno en una jornada en la que los de abajo tampoco ganaron y que acerca al Celta al objetivo de la salvación pero que le deja un poco más lejos de soñar con objetivos más ambiciosos.