2-1, Manel Martínez (m. 75)
El Celta se anticipa a los Reyes Magos regalando el pase al Atlético Baleares
El Celta de Vigo ha caído eliminado en los dieciseisavos de final de la Copa ante el Atlético Baleares. La noche de Reyes se convierte en una pesadilla al destrozar el sueño de la Copa. Dos regalos defensivos, de Murillo y Galán, fueron aprovechados por Manel Martínez para hacer un doblete. El Celta, con todo su arsenal tras el descanso, logró empatar por medio de Brais Méndez para inmediatamente después encajar el segundo tanto del nueve balear. Con una imagen pésima los de Coudet dicen adiós a la Copa del Rey en las Islas Baleares, donde ya cayeron con estrépito la pasada temporada ante el Ibiza.
Coudet apostaba por un equipo con algunos titulares que se habían perdido el duelo de Liga ante el Betis al encontrarse confinados mezclado con suplentes y canteranos. A Madroa estaba representada por Mallo, Carlos Domínguez, Fontán, Denis Suárez y Gabri Veiga mientras que en punta de ataque aparecían Galhardo y Cervi. El Atlético Baleares, con Dioni y Manel Martínez como hombres más adelantados, no dudó en disputarle la pelota a los vigueses desde el primer minuto de la eliminatoria.
El Celta, con su labor de presión, era capaz de estar muy cerca de la meta defendida por Xavi Ginard. Una falta botada por Denis Suárez y un pase en largo a Cervi eran las primeras aproximaciones con cierto peligro de los de Coudet. También Mallo, con un centro chut, probaba fortuna en un Celta que no encontraba continuidad en su juego. Replicaban los mallorquines obligando al capitán a mandar la pelota a línea de fondo.
Un saque de esquina pésimamente defendido por la zaga celeste propició el 1-0 a favor del Atlético Baleares. Manel Martínez entraba sin oposición al corazón del área y cabeceaba a escasos metros de Dituro. El delantero centro local remataba completamente solo sin que Murillo le molestase lo más mínimo en ese minuto 16. Al Celta le costaba encajar este golpe, su fútbol se volvía más plano y predecible para el rival. Ni Fontán ni Galhardo conseguían inquietar a Ginard mientras el reloj avanzaba inexorablemente hacia el descanso.
Nolito, terriblemente lento, desaprovechaba una oportunidad de meter en aprietos a los de Xavi Calm tras un buen robo de Gabri Veiga. Replicaba Manel Martínez con un disparo raso desde muy lejos que detenía Dituro. Sufrían los celestes en cada balón parado. La zaga era incapaz de transmitir seguridad y alejar la pelota de las inmediaciones de su portería. Terminaba el primer acto, pésimo por parte del Celta, con Renato Tapia en el suelo doliéndose de su pierna derecha tras un lance con un rival. El peruano se quedaba en el banquillo en la segunda mitad.
Coudet revolucionaba su equipo para intentar dar la vuelta al marcador. Santi Mina, Brais Méndez, Javi Galán y Beltrán entraban al campo. Cuatro cambios de una tacada que dejaban al Chacho con una sustitución más para el resto del encuentro. Fontán, Tapia, Veiga y Galhardo eran los hombres que dejaban el campo. Buscaba reaccionar el Celta con casi todos los titulares sobre el campo. Sin embargo era Dituro el que tenía que intervenir a saque de falta de Canario que el argentino, con muchísimos problemas, tuvo que salvar en tres tiempos.
Brais Méndez logra el empate
Sin un gran juego ni ser superior al cuadro local las arrancadas de Javi Galán por banda daban aire al equipo. En una de ellas logró combinar con Santi Mina. El delantero vigués puso atrás el balón donde Brais Méndez llegó para poner el cuero lejos del alcance de Ginard. El Celta lograba empatar el partido en el 66'. Justo después entraba Iago Aspas para intentar culminar la remontada.
Manel Martínez noquea al Celta
Pero al Celta le iba a costar muchísimo más estar en el bombo de los octavos de final ya que el Atlético Baleares volvía a meter un directo a la mandíbula celeste con un nuevo testarazo de Manel Martínez. El delantero mandó al fondo de las mallas el centro de Canario aprovechándose de un resbalón de Javi Galán. A los de Coudet les quedaba un cuarto de hora para darle la vuelta al marcador o al menos forzar una prórroga.
El Celta en nada se parecía al equipo que había ganado este pasado domingo en el Benito Villamarín. Apenas era capaz de acercarse a la portería local. Se agotaba el tiempo, se llegaba al descuento y nada cambiaba. Ni los cambios, ni la entrada de Aspas, hicieron que los vigueses se mereciesen pasar de ronda. Un pésimo partido que termina con el sueño de pelear por la Copa. Las Islas Baleares volvieron a ser una pesadilla.
El Celta, el Celta, el Celta... en esta crónica parece que sólo jugara un equipo y el otro estuviera solamente para marcar dos goles y eliminarlo.