Aria se despide con una comida
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Pese a su corta estancia en el Real Zaragoza, el japonés Aria Hasegawa deja una buena relación con sus compañeros, que le han despedido con una comida.
Aria Hasegawa fue el fichaje más exótico del verano para el Real Zaragoza. Jugador mitad iraní, mitad japonés, llegó de la mano de un Ranko Popovic que había contado con sus servicios cuando entrenaba en Japón, coincidiendo tanto en el Tokio FC como en el Cerezo Osaka. El entrenador era considerado como un padre para el jugador japonés, hasta el punto de actuar como traductor en las negociaciones que acabaron con la rescisión de contrato de Aria con el Real Zaragoza.
Tras una prometedora pretemporada en la que dio muestras de calidad, la figura del jugador japonés se fue diluyendo a la par que se comenzaba a cuestionar a Popovic. Del inicio como titular pasó al banquillo, quedando incluso por detrás de Sergio Gil, que deslumbró en el partido frente al Llagostera, sustituyendo precisamente a Aria al descanso. La suerte de Hasegawa y quizá la de su protector podría haber cambiado en la última participación del japonés en Liga Adelante, el 14 de diciembre frente al Numancia, en la que contó con una ocasión para deshacer el empate que a la postre sería definitivo. Pero no supo definir y apenas una semana después, tras la derrota frente al Nàstic, Popovic era destituido y Aria, condenado. Pese a que Carreras valoró su presencia como la de cualquier otro jugador, desde la llegada del técnico catalán, el japonés no disputó ni un solo minuto hasta su rescisión.
Pese a su corta presencia en Zaragoza, Aria ha dejado huella en sus compañeros, que han querido despedirse de él preparándole una comida de despedida. Como dijo Juliá en rueda de prensa, se trata de un jugador atípico, al que definió como una “bellísima persona”. Todavía sin destino concreto, Aria sonó para jugar en la liga de Tailandia aunque también cuenta con ofertas de distintos clubes de su país de origen.