La fragilidad defensiva condena al Zaragoza

El Real Zaragoza volvió a caer derrotado en esta pretemporada, esta vez en Pinilla ante un Villarreal B mucho más fresco con el balón y que supo aprovechar sus ocasiones. Natxo González puso en liza un once con muchos posibles titulares con la intención de cambiar la pobre imagen mostrada en Mirandés, algo sólo ha logrado en los compases finales de la primera parte. El conjunto aragonés dominó la posesión, pero la falta de ideas en ataque y los numerosos fallos defensivos impidieron sacar algo positivo del estadio turolense.

Comenzaba el encuentro con mucho respeto entre los dos conjuntos, con varias imprecisiones en la salida de balón que provocaban las alternancias en la posesión. Sólo Alain, con varias internadas inocuas, ponía algo de luz al hoy oscuro ataque zaragocista. Tras los primeros minutos de tanteo, el Villarreal B logró asestar el primer golpe al conjunto que hoy vestía de tomate gracias a un córner botado por Raba que entró directamente a la portería con la colaboración de Ratón.
El 'Submarino Amarillo' se sentía cómodo sobre el campo turolense, especialmente con el balón, que apenas duraba en posesión de los aragoneses. Tanto fue así que el Villarreal B aún dispuso de dos claras ocasiones para ampliar la ventaja, pero la falta de precisión de sus atacantes impidió el 2-0. Tras este par de sustos el Zaragoza reaccionó y empezó a generar ocasiones.
El georgiano Papunashvili comenzó a entrar en juego, con varias diagonales que generaron espacios tanto a Ángel como a Benito. En uno de esos balones colgados al área por los laterales, los de Natxo González sacaron un córner que Zapater, tras un remate de Valentín, empujó a las redes amarillas, poniendo así el empate a uno. El partido volvía comenzar, con un cuadro blanquillo mucho más volcado sobre el área castellonense y que dispuso en las botas de Borja Iglesias de una clarísima ocasión que se perdió a escasos centímetros del palo poco antes de llar al descanso.
Tras el paso por vestuarios, el Villarreal B salió con una marcha más que el Real Zaragoza, teniendo dos claras ocasiones que primero Ratón, y después la falta de acierto castellonense, evitaron que se pusieran de nuevo por delante. Tras el arreón inical las fuerzas se volvieron a igualar y los de Natxo González empezaron a combinar con acierto. En una de estas jugadas Buff estuvo muy cerca de rematar en boca de gol un centro de un activo 'Papu'.
Acto seguido, Valentín fallaba en un despeje que dejó vendido a Ratón, que supo reaccionar con rapidez y salió para evitar la vaselina del jugador del Villarreal. Poco a poco el Zaragoza iba tomando el control del partido, pero una buena jugada de Fran, el mejor del encuentro, dejaba a Lozano en una buena posición para armar el disparo, algo que aprovechó para hacer el 2-1 desde la frontal.
Este gol no sentó bien al Real Zaragoza, que tenía la posesión pero no las ideas. Natxo decidió jugar sin '9' y retiró a Borja Iglesias para dar entrada a Febas. Finalmente Buff, desaparecido hasta entonces, se sacó un latigazo que impactó en el larguero. Los locales no se achantaron y en la siguiente jugada Villa, tras un error de Benito, regateaba a Ratón pero enviaba al palo su disparo. Papunashvili puso el final a este carrusel de ocasiones con otro disparo lejano que despejó Diego con una gran estirada.
Tras estos minutos de locura Natxo González decidió cambiar a medio equipo, algo que no surtió el efecto deseado, especialmente a nivel defensivo, donde los fallos de un Verdasca algo lento y confiado provocaron que el Villarreal B sentenciara el partido gracias a un gol de Dalmau. Restaban cinco minutos para el final, tiempo suficiente para que los castelloneneses aún dispusieran de dos ocasiones de gol, que finalmente no encontraron su destino.
Con el 3-1 y las misma malas sensaciones experimentadas en Miranda de Ebro se llegó al final del partido. Una nueva derrota de un Real Zaragoza que todavía no conoce el triunfo en esta pretemporada.