Un ambiente a la altura

Después de más de cuatro años sin enfrentarse a un equipo de Primera División, el Real Zaragoza comenzó a preparar el partido ante el Valencia pensando también en la afición, que no ha fallado. "Nuestra bendita adicción", se leía al fondo norte de La Romareda. Lema que presidió al conjunto blanquillo en el tercer encuentro de su torneo fetiche durante muchos años. 16.174 espectadores estuvieron a la altura del encuentro.

No era un día cualquiera para el zaragocista. Había Copa. Y venía el Valencia. Una tarde noche para disfrutar e ilusionarse un poco. Bufanda al cuello o escudo al pecho, la afición blanquilla se desplazó al estadio lo más pronto que un día laboral le permitiese. Una vez dentro, no pararon de animar desde el minuto uno y de presionar la posesión del rival a base de bullicio.
Los goles de Rodrigo y Parejo, este de penalti, no empañaron la buena actuación del Zaragoza. La afición acabó el encuentro como sus jugadores, con la cabeza alta y cantando el himno.