La anomalía se instala en la Ciudad Deportiva
El Real Zaragoza ha vuelto a la Ciudad Deportiva para comenzar a trabajar pensando en el próximo encuentro, frente al Extremadura, tras la derrota sufrida en Riazor. Una sesión de trabajo irremediablemente marcada por el despido de Lucas Alcaraz, que ha dejado al equipo huérfano de la figura del entrenador a la espera de la llegada de Víctor Fernández.
Así, después de reuniones y despedidas, el plantel blanquillo ha saltado al césped para recibir las indicaciones de los dos hombres encargados de dirigir la sesión, dos profesionales de la casa como son el recuperador, Andrés Ubieto y el preparador físico, Javier Chocarro. Ambos han tenido una breve charla con la plantilla antes de que la sesión echara a andar.
En ausencia de entrenador, desde el cuerpo técnico provisional se ha querido aprovechar la sesión de este martes para llevar a cabo una sesión de recuperación que no se realizó tras el encuentro frente al Deportivo de La Coruña debido a la duración del desplazamiento desde tierras gallegas. De esta manera, tras la jornada de descanso del lunes, en la mañana del martes se ha realizado trabajo de recuperación, alterando el orden habitual.
Junto a Ubieto se han marchado al gimnasio aquellos jugadores que disputaron más minutos en el encuentro de Riazor, con la salvedad de los lesionados Alberto Benito y Cristian Álvarez. Sobre el césped y bajo las órdenes de Javier Chocarro, han trabajado aspectos físicos y con balón un grupo reducido de futbolistas, liderado por Alberto Zapater.
Una jornada de transición entre Alcaraz y Víctor Fernández, que será el encargado desde el mismo miércoles de comenzar a preparar el partido frente al Extremadura. Un encuentro que en estos momentos supone una auténtica final para un Real Zaragoza que tratará de marcharse a las vacaciones de Navidad con el consuelo de un buen resultado para despedir el año en La Romareda.