Víctor devuelve la magia y las victorias a La Romareda

Victoria y de nuevo fútbol en La Romareda. El Zaragoza venció y convenció en su estreno con Víctor Fernández, quien en veinte minutos y en un sólo partido demostró lo que puede aportar un entrenador. Gran puesta en escena de los jugadores ante una propuesta valiente y efectiva,

La declaración de intenciones del Zaragoza de Víctor quedo patente en los primeros minutos. Los blanquillos se hacían dueños del balón, no lo rifaban y querían combinar en ataque acumulando hombres en esas posiciones. Fruto de ese fútbol llegaron las primeras ocasiones. La más clara fue de Marc Gual con un remate al poste a los siete minutos.

Los locales presionaban y recuperaban la pelota con cierta facilidad. De nuevo Gual, que actuaba como hombre más adelantado gozó de otra buena oportunidad, pero se perdió en los recortes. A todo esto, el Extremadura también presentaba sus credenciales al partido. Márquez era su jugador más peligroso y obligó a lucirse a Ratón en un lejano lanzamiento de falta.

Se había visto más fútbol en veinte minutos que en todos los partidos anteriores de la era Alcaraz. Gual la volvió a tener en un disparo desde la semiluna, pero su disparo se fue lamiendo el poste. Y en esto del fútbol, el que perdona la paga. En un fallo de Zapater, Chuli pone un servicio de gol a Willy, que no desaprovecha con un gran remate.

Con 0-1 la cuesta arriba era más dura, pero los de Víctor se lanzaron a por el empate y lo hicieron a tumba abierta. El Zaragoza gozó de varias ocasiones de gol para la igualada. La más clara fue un disparo de Zapater que sacó debajo de los palos un defensa rival. Los hados no le eran propicios a los blanquillos, que alcanzaban el descanso con una inmerecida desventaja en el marcador.

Las órdenes de Víctor fueron claras en la caseta. Su equipo salió a por todas y cercó al Extremadura en su área. Un tiro de Ros, varios centros peligrosos... Hasta que al final la pelota quiso entrar. James, uno de los mejores, se sacó un buen disparo que le quedó a Pombo para meter el empate. 1-1 y a por todas.

Víctor refrescó el equipo con Delmás. La intención era seguir atosigando al rival. Álvaro Vázquez tuvo un gran disparo que se marchó arriba y en una buena combinación ofensiva, Lasure la tiró fuera.

Víctor tiró de Papu antes de lo previsto y le dio entrada por Guti, Más madera. El georgiano notaba su inactividad, pero siempre es un quebradero de cabeza para la defensa. De una genialidad suya llegó el gol que le daba la vuelta al marcador. Jugada personal y disparo a la escuadra. La Romareda vibraba.

El Zaragoza quiso dormir el partido teniendo la pelota y hasta se estiró con peligro. La victoria valía oro y se notaba la tensión. Ocón Arráiz pésimo todo el partido expulsó a Víctor a falta de tres minutos por una mínima protesta. Con eso acabó el choque. Con la magia de vuelta en La Romareda y con tres puntos de vida.