Buena jornada para Zaragoza CFF y El Oliver
Nueva jornada en los grupos dos y tres de la segunda división de la Liga Iberdrola. En ellos, Zaragoza CFF y El Oliver jugaron y consiguieron sumar puntos. Las primera, como es costumbre, consiguieron la victoria frente al Pallejá catalán. Y las segunda consiguieron arañar un punto en su visita al Pradejón riojano.
Tras esta jornada, todo sigue prácticamente igual para el Zaragoza CFF y El Oliver. Las blanquiazules siguen en la cima de la clasificación peleando con el Seagull, que también ganó y nadie mueve de ahí. Mientras que las azulgranas se mantienen en mitad de tabla, a bastante de la parte noble, pero con ventaja suficiente respecto a los puestos de abajo.
El Zaragoza CFF sigue intratable
Las zaragozanas siguen indomables. Este fin de semana pasado, las jugadoras del conjunto aragonés volvieron a ganar. Lo hicieron frente al Pallejá y por 2-0. Eso las mantiene en el coliderato, compartido con el Seagull, que tiene un gol más en el golaverage general.
En la primera mitad del partido entre Zaragoza CFF y Pallejá, las aragonesas dejaron sentenciado el choque. Un gol de penalti de Oliva al minuto cinco de juego y otro tras un buen golpeo desde la frontal de Alicia, dejaron prácticamente sin opciones a las catalanas.
En la segunda mitad, tras unos minutos iniciales de dominio local, apareció el cansancio y las imprecisiones. Eso provocó que las visitantes gozaran de alguna que otra oportunidad de recortar distancias, pero se iban a marchar de vacío de la capital aragonesa.
El Oliver suma un buen punto
Las azulgranas visitaban al quinto clasificado, algo que no iba a evitar que las jugadoras de El Oliver lograran sacar algo positivo. El encuentro comenzó con tanteo entre ambos equipos. Y fue en la segunda mitad en la que llegaron los goles.
Primero se adelantaban las locales, pero apenas sin tiempo para celebrar el tanto, Cristina lanzó un balón directamente a la escuadra de la meta local, prácticamente desde 30 metros, que igualaba el marcador. Finalmente, el luminoso no iba a moverse más y El Oliver volvía a casa con un satisfactorio punto.