Así fue el mercado de fichajes para el Real Zaragoza

El Real Zaragoza ha finalizado el mercado de fichajes sin movimientos de última hora. El club aragonés, comandado por su director deportivo, Lalo Arantegui, se movió con celeridad a la hora de acometer los primeros fichajes para satisfacción de Víctor Fernández. Sin embargo, al técnico le ha faltado cumplir sus últimos deseos para una plantilla plenamente a su gusto.

Con el técnico como principal pilar del proyecto para la temporada 2019/20 en LaLiga SmartBank, la dirección deportiva centró sus esfuerzos en satisfacer los sus deseos, que pasaban por reforzar la presencia física del equipo, a la vez que se mantenía un elevado nivel de calidad. A Federico Bikoro, anunciado en el inicio de la preparación, se le sumaron jugadores como Luis Suárez y Dwamena en ataque o Atienza y Vigaray en defensa, elevando el nivel y la envergadura de la plantilla, a los que se les sumó la electricidad de Álex Blanco.

A nivel de llegadas, el nombre propio fue el de Shinji Kagawa. El fichaje más inesperado del mercado estival en el fútbol español. Un jugador de categoría internacional que aterrizaba en Zaragoza con el objetivo de devolver al equipo aragonés a la máxima categoría y, de paso, suponía un impulso a la marca del club a nivel nacional e internacional.

Más difícil fue la labor a nivel de las salidas. Pronto se enumeraron los jugadores a los que se pretendía dar salida: Pombo, Álex Muñoz, Verdasca y Raí. A ellos se le sumó pronto la figura de Diego Aguirre, que apenas había contado en la temporada anterior. También Alberto Benito, que puso rumbo a Albacete. De los descartes, Raí repitió cesión en la UD Ibiza. Tras las primeras semanas de trabajo, Álex Muñoz puso rumbo al CD Tenerife y encarando la recta final, Verdasca se marchó a Israel.

Se llegó así al final de la ventana y lo hizo todavía con deberes por hacer. Por una parte, la situación de Jorge Pombo, que finalmente permanece en la plantilla del Real Zaragoza, aunque parece difícil que pueda contar con oportunidades. Por otra parte, al proyecto le faltó la guinda que pidió Víctor durante buena parte de la pretemporada. Se perdió la oportunidad de incorporar un centrocampista de perfil diferente a lo que ya tenía el equipo, un lugar reservado para Nolaskoain, cuya operación se acabó frustrando y al que no se le encontró relevo. Lo mismo con un último jugador de ataque, en este caso con nombre propio, el de Sergio García, un fichaje que no se concretó, pero que bien podría acabar cerrándose fuera de plazo al tratarse de un jugador sin equipo.

En resumen, un mercado que ha servido para volver a ilusionar, más si cabe, a la afición de La Romareda, pese a que hayan podido quedar por cubrir ciertas carencias que, se espera, puedan ser cubiertas con la ilusión de un equipo formado para luchar por las más altas cotas.