El Mirandés y el arte de la reinvención
El Real Zaragoza cuenta las horas para la visita al estadio de Anduva, donde tratará de imponerse al CD Mirandés. Un equipo, el burgalés, que trata de encontrar su esencia tras una profunda renovación que le ha dado la vuelta por completo a la plantilla, en lo que es una muestra del arte de la reinvención.
Tras una buena campaña de regreso a LaLiga SmartBank, poco o nada queda del Mirandés que maravilló por momentos el curso pasado, entre otros lugares, en el estadio municipal de La Romareda. Una profunda renovación que se inicia por el banquillo, donde un cotizado Iraola puso rumbo al Rayo Vallecano y se apostó por José Alberto, que dejó atrás toda una vida en el Sporting y su puesto de trabajo en Ikea.
De la plantilla nadie repite de los once que jugaron el pasado mes de febrero el partido aplazado ante el Real Zaragoza en Miranda. Únicamente los dos porteros, Lizoain y Limones, se mantienen en la plantilla, aunque el nuevo entrenador opta ahora por el primero. De los nombres sonados del curso pasado, Guridi y Merquelanz volvieron a la Real; Malsa se marchó al Levante o Íñigo Vicente hizo el camino de vuelta al Athletic. Así hasta 18 bajas.
Los nombres que suenan ahora en el once del Mirandés son los del eslovaco Jirka, el de Moha u otros como el bosnio Letic y Vivian o Berrocal. 18 nuevas incorporaciones para un equipo que buscará la salvación antes de volver a reinventarse, convertido en campo de pruebas para los más jóvenes procedentes de equipos de media España. No en vano, cuenta con futbolistas cedidos por: Sevilla, Athletic, Alavés, Levante, Espanyol, Real, Rayo o Villarreal, además de uno del Río Ave y otro del Estrella Roja.
Un equipo imprevisible al que, por el momento, le está costando arrancar. Nada extraño para un plantel completamente nuevo que necesita tiempo para acoplarse. Lo hará, eso sí, en el mejor lugar posible, sin presión y con una notable experiencia en el arte de la reinvención.