Un División de Honor Juvenil de altura: medalla de plata asegurada
Una temporada más, el División de Honor Juvenil del Real Zaragoza coloca el nombre del club aragonés entre los más grandes del panorama nacional. A falta de dos jornadas para el final ya tiene certificada la segunda plaza y solo una carambola -tendrían que recortar 5 puntos en los 6 que quedan en juego- les haría campeones por delante del FC Barcelona.
En un grupo siempre complicado con canteras como la del FC Barcelona, RCD Espanyol, RCD Mallorca, Girona FC o CF Damm, Javier Garcés ha conseguido exprimir el talento de sus jugadores y aguantar el pulso por el título hasta prácticamente el final. El curso comenzó con un nombre propio: Pau Sans. Tras marcar 16 goles y ser el máximo goleador de su grupo, Escribá decidió darle la oportunidad con el primer equipo.
Desde que debutara ante el Deportivo Alavés en La Romareda dejando buenas sensaciones, el canterano no ha dejado de estar en los planes del valenciano, pero a pesar de ello ha participado en solo 6 encuentros sin contar con ninguna titularidad. Desde que subiera con la primera plantilla, Sans ha abandonado definitivamente el juvenil pero ha jugado también con el Deportivo Aragón, siendo su última participación la de ayer ante el Hércules.
A pesar de su irrupción, lo cierto es que su protagonismo fuera del juvenil ha sido a cuentagotas. Ha disputado 91 minutos repartidos en 6 partidos con el primer equipo y 147 minutos en 3 choques con el filial y no ha conseguido anotar ningún gol ni dar una asistencia. Siendo él el gran conocido de este juvenil, no ha sido el único artífice del buen hacer de su equipo, sino que también algunos futbolistas como Lucas Terrer, Chema Aragües, Ángel Linares o Adrián Liso también han destacado y han participado con el Deportivo Aragón como premio a sus buenas actuaciones.