Berbizana, "conmocionado" por muerte de un vecino en la Behobia-San Sebastián
La muerte del vecino de Berbinzana José Javier Suescun, de 31 años, cuando disputaba hoy la carrera Behobia-San Sebastián, ha dejado "conmocionado" a la localidad navarra, donde el joven estaba "muy integrado" y era muy conocido.Así lo ha señalado en declaraciones a Efe el alcalde de Berbinzana, José Chocarro, quien ha confirmado la identidad del joven, hijo de su compañero de partido, UPN, y exalcalde de la localidad Santiago Suescun.
Chocarro ha explicado que José Javier Suescun, un joven deportista que se cuidaba y que había jugado en el equipo local Injerto como futbolista federado hasta hacía dos años, se había desplazado hoy hasta San Sebastián junto a otros dos amigos, uno de ellos su propio primo, con quienes había comenzado la carrera.
En un momento dado, al comprobar que los otros dos amigos iban más deprisa, "les ha dicho que se adelantasen, que él iba más tranquilo y no quería forzar", por lo que ha continuado algo más rezagado la carrera.
Según sus informaciones, Suescun ha llegado hasta las inmediaciones de la meta pero allí se ha desvanecido, por lo que ha sido asistido por los equipos de emergencia, que han llegado a trasladarle al hospital, aunque allí se ha confirmado su fallecimiento.
Estas circunstancias han causado gran "consternación" en Berbinzana, donde al joven, recién casado, se le conocía como deportista tras haber jugado desde pequeño en el equipo de fútbol local, donde como jugador federado pasaba los controles médicos pertinentes.
Pese a haber dejado el equipo hace "unos dos años", Suescun seguía "preparándose con tranquilidad, se cuidaba y también estaba pendiente de la alimentación", y no se conocía que tuviera ningún problema médico, ha indicado el alcalde.
El también excalcalde de la localidad y vecino y amigo de la familia, Francisco Javier Teres, ha definido a José Javier Suescun como "un chaval deportista, muy trabajador, muy sensato, una persona normal, con muchísimos amigos", quien se había casado hace medio año y vivía con su mujer en Berbinzana.
"Estamos todos en shock, traumatizados. Es una pena porque era un chaval muy, muy buena gente. Ingeniero, trabajador en su propio trabajo y que ayudaba a sus padres en la granja", ha señalado.