El Valencia completa su trilogía de tragedias europeas ante rivales españoles
El Valencia, al caer eliminado el pasado jueves ante el Athletic en los octavos de final de la Liga Europa, completó su trilogía de tragedias ante equipos españoles en esta competición y como ocurrió en el primer episodio ante el Atlético de Madrid, y en menor medida en el segundo ante el Sevilla, este último capítulo incluyó polémica arbitral.El equipo de Gary Neville afrontó el choque de vuelta tras haber perdido en el de ida por 1-0 pero fue capaz de darle la vuelta al cruce con dos goles de Santi Mina y Santos en la primera parte e incluso tuvo la opción de marcar un tercer tanto por medio de André Gomes antes del descanso para sentenciar la eliminatoria.
Pero en la segunda parte, cuando el Valencia aparentemente tenía el choque bajo control, Aritz Adúriz marcó un tanto en el minuto 74 que dio el pase al conjunto vasco por el valor doble de los goles fuera de casa.
La jugada supuso la expulsión de Neville, que protestó airadamente al árbitro por no haber señalado unas manos de Susaeta en el control con el que inició la jugada.
Los jugadores del Valencia admitieron tras el choque que vieron tan clara la infracción que durante unos instantes se pararon, lo que facilitó el centro de su rival.
Más cruel aún fue su anterior eliminación ante un conjunto español en esta competición, en la campaña 2013-2014: fue en el último minuto de las semifinales y le privó de jugar la final después de haber logrado remontar.
En el encuentro de ida, el Sevilla se impuso por 2-0 por lo que el Valencia necesitaba ganar por 3-0 para ser finalista y ese fue el resultado con el que se llegó al minuto 90, con los tantos de Feghouli, Beto en propia puerta y Mathieu.
Pero cuando Mestalla ya celebraba el pase y se quejaba de los cinco minutos de tiempo añadido que había dado el árbitro, M'bia anotó en el minuto 94 un tanto que cambió el guión del choque, enmudeció al estadio valencianista, derrumbó a sus jugadores sobre el césped y metió al Sevilla en la final.
La primera de estas tres grandes decepciones fue en los cuartos de final de la campaña 2009-10 en el que en el encuentro de ida el Valencia y el Atlético de Madrid empataron a dos en Mestalla.
En el choque de vuelta, con el empate a cero en el marcador y ya en el tramo final del partido, el delantero valencianista Nikola Zigic se disponía a rematar de cabeza un centro desde la banda y un defensa local, Juanito, le agarró y le rompió la camiseta, aunque el árbitro no señaló penalti y el choque acabó sin goles y con el Atlético clasificado.
La del Athletic fue la cuarta eliminación consecutiva del Valencia ante equipos españoles en la Liga Europa, pues en la temporada 2011-12 también cayó en semifinales ante el Atlético, aunque en ese cruce el 4-2 de la ida en el Vicente Calderón le dejó sin apenas opciones y en la vuelta un gol de Adrián para los visitantes acabó con el sueño de la remontada.
La última vez que el Valencia apeó a un equipo español en la Copa de la UEFA fue en la temporada 2003-04, cuando venció al Villarreal en semifinales y accedió a una final en la que ganó su último título continental ante el Olympique de Marsella (2-0).