El fútbol argentino sin Messi, Martino, Liga, ni equipo olímpico

La crisis institucional del fútbol argentino parece no tener fin y hoy Gerardo Martino aportó otro capítulo al renunciar como seleccionador a un mes exacto de comenzar los Juegos Olímpicos.Sebastián Meresman
Fue hasta ahora el último eslabón de una cadena que incluye la renuncia de Lionel Messi, hace nueve días, y la imposibilidad de formar un equipo olímpico o definir cómo se jugará la próxima Liga.
El primer síntoma del caos institucional surgió el 3 de diciembre de 2015, cuando los dos candidatos a presidir la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) empataron con 38 votos cada uno cuando solo había 75 directivos habilitados para votar.
A la dificultad para elegir nueva fecha para las elecciones se sumó una investigación judicial por presuntas irregularidades en la administración de fondos estatales que la AFA recibió a cambio de los derechos para la transmisión de los partidos.
El presidente interino de la AFA, Luis Segura, y otros directivos fueron procesados por la Justicia argentina, y la FIFA determinó la creación de una "comisión normalizadora" para "reorganizar" la entidad y llamar a un nuevo proceso electoral.
Las repercusiones en el plano futbolístico de la crisis institucional no tardaron en aparecer. Varios clubes se atrasaron en el pago de los sueldos a los jugadores. Incluso el cuerpo técnico del seleccionado estuvo varios meses sin cobrar.
"La AFA está quebrada", repitieron al unísono los directivos a la prensa local.
Un grupo de dirigentes promueve la creación de una nueva Liga argentina, llamada Superliga, que sea administrada por los clubes y no por la AFA.
La Superliga no fue aprobada todavía por la AFA, por lo que se desconoce cuántos equipos la conformarán, de qué manera será el torneo, y cuándo comenzará.
La selección absoluta no fue ajena a los problemas. Por falta de dinero no se pudo enviar a un grupo de juveniles para que asista en las prácticas a los jugadores albicelestes durante la Copa América Centenario disputada en Estados Unidos.
"Una vez más esperando en un avión para intentar salir al destino. Que desastre son los de AFA por Dios", publicó en la red social Instagram Lionel Messi antes de perder, el 26 de junio, la final de la Copa América Centenario en una tanda de penaltis ante Chile y renunciar al seleccionado argentino.
Messi expresó antes de la final su malestar por no poder viajar y descansar "normalmente". La AFA se desligó de responsabilidades a través de un comunicado en el que alegó que las demoras en los vuelos se debieron a "cuestiones climáticas".
A la renuncia de Messi se le sumó este martes, nueve días más tarde, la de Martino, quien dimitió "debido a la indefinición en la designación de nuevas autoridades de la AFA" y a "los graves inconvenientes" para armar el equipo para los Juegos Olímpicos.
La mayoría de los clubes se negó a ceder a los jugadores elegidos por Martino, quien tenía previsto comenzar la preparación este lunes pero tuvo que posponer el comienzo por falta de jugadores.
Poco antes de conocerse la renuncia de Martino el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein, afirmó a radio Mitre: "Hay un cincuenta por ciento de chances de que Argentina no presente el equipo de fútbol masculino en los Juegos Olímpicos.
Werthein también formuló críticas a la AFA de la que dijo "no se pone las pilas, no toma decisiones" y es "muda".
"El fútbol es una representación muy importante para el país, y que hoy no se pueda conformar un plantel para ir a competir a Río es una vergüenza", agregó el presidente del COA.
En la AFA la junta normalizadora todavía no comenzó sus tareas en AFA, se desconoce quien nombrará al nuevo seleccionador.
La Albiceleste debe debutar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro el 4 de agosto ante Portugal. En la segunda fecha, el día 7, se medirá con Argelia y cerrará tres días después frente a Honduras.
Diego Maradona fue lapidario al afirmar, el 16 de junio: "hay que poner una bomba en la AFA y empezar de cero".
Incluso, el órgano rector tuvo que ser desalojado dos semanas después por una llamada anónima que alertó sobre un supuesto explosivo en el edificio.
La AFA no explotó, pero como órgano rector del fútbol argentino ya está hecho añicos.