Orenga, Camacho, Nus, Rosendo Alonso... la profunda huella española en África
Hace tiempo que África dejó de ser un continente goloso para los exploradores. El siglo XIX fue testigo de las hazañas que encumbraron a hombres como David Livingtone o Richard Francis Burton. Pero, ahora, ese territorio es virgen en sólo algunos aspectos y uno de ellos es el deportivo.Juan José Lahuerta
África está un paso por detrás que el resto en ese terreno. Los datos lo avalan. En los últimos Juegos Olímpicos, fue el continente con menos medallas, 45 en total. En los Mundiales de fútbol, sólo Ghana, Senegal y Camerún alcanzaron los cuartos de final en alguna ocasión desde 1930.
Ahora, muchos países africanos intentan dar un salto adelante. Y, para lograrlo, varios clubes, selecciones y federaciones bucean entre los preparadores occidentales para buscar ese detalle de organización y calidad que les falta. En España, tienen mucho material y ya lo están utilizando.
Juan Antonio Orenga dirige a la selección egipcia de baloncesto; José Antonio Camacho y sus ayudantes entrenan a Gabón; Gerard Nus, es asistente del combinado de Ghana; Rosendo Alonso entrena a la medallista olímpica y heroína de Egipto, Hedaya Malak; Javier Clemente, dejó su huella en Libia; y otros, aunque no están en el centro de los focos, tienen una historia interesante en África.
La lista es larga y las experiencias variadas. Pero casi todos se están encontrando a un continente que, en organización deportiva, está uno o dos pasos por detrás que el resto.
ORENGA, HOMBRE ORQUESTA EN EGIPTO
Juan Antonio Orenga se ha embarcado en una aventura apasionante. Después de dirigir a la selección española de baloncesto, desde agosto de 2016 es el encargado de dirigir los destinos de Egipto, que llegó a ganar un EuroBasket en 1949 cuando estaba adscrito a las selecciones europeas.
Ese fue el mejor registro de un combinado que en los Mundiales llegó a ser quinto en 1950 y en sus otras cinco participaciones siempre quedó en la última posición de su grupo. A nivel local, es una potencia fuerte, con 5 oros, 6 platas y 6 bronces en el Afrobasket.
Orenga tiene la misión de conseguir que Egipto, según afirmó en su presentación oficial, "vaya un paso más allá" a nivel internacional. Tiene tres objetivos, clasificar a su equipo para la Copa África, para el Mundial de China 2019 y para los Juegos de Tokio 2020. De momento, va por buen camino. Ha ganado el Campeonato de las Naciones Árabes. Pero aún tiene mucho trabajo por delante. Hace de todo y prácticamente solo.
"En Estados Unidos hay casi 30 jugadores (egipcios)... No tengo un listado de teléfonos al que llamar, tengo seis números de 30 y llevo cuatro meses. Es un mundo distinto, estoy intentando ayudarles a evolucionar. Me recuerda mucho a cómo éramos hace 40 años, cuando yo era juvenil, que estaba todo amontonado. De lo que éramos entonces a lo que somos ahora, es el camino que tenemos que recorrer", dijo a EFE.
Orenga cuenta que tiene que tiene que convertirse en un hombre orquesta. En anteriores etapas en los banquillos, trabajó como ayudante de entrenadores como Scariolo o Aíto García Reneses. En categorías inferiores, siempre tuvo técnicos para ayudarle. Ahora, no.
"Aquí me he encontrado con que tengo que hacerlo todo, de primero, de segundo, de tercero y de cuarto. A nivel de entrenador es un paso más allá, controlar todo lo que haces, ver más allá y a la vez formar a los ayudantes que tienes", afirmó.
Así transcurre el día a día de un técnico que también tiene que adaptarse a las costumbres arraigadas de un país poco habituales en occidente, como por ejemplo, que los partidos de Liga sean sin público para que evitar problemas entre aficionados excesivamente apasionados.
ROSENDO ALONSO, HÉROE DEL TAEKWONDO EGIPCIO
En Egipto también hay otro español al frente de la dirección técnica de una federación. Rosendo Alonso, un trotamundos del taekwondo, dejó la selección mexicana en 2015 para encargarse de la dirección técnica del país africano. En México dejó su sello con el título por naciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe con 10 medallas de oro. También en el Campeonato del Mundo disputado en Puebla en 2013, con un primer puesto, tres platas y un bronce.
Ahora, se encarga de dirigir todo el entramado del taekwondo del país africano. Cuando accedió al puesto, se marcó como objetivo superar la medalla de bronce que consiguió Tamer Bayuni en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Trabaja para crear una estructura de trabajo importante junto al egipcio Tamer Salah y la turca Gulsah Alonso.
De momento, ese trabajo obtuvo sus frutos. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, todo su esfuerzo y del de sus compañeros encumbró a una nueva heroína para su país: Hedaya Malak, que, aunque no superó aquel bronce de Salah, sí lo igualó. Además, fue una de las tres únicas medallas egipcias en todos los Juegos.
CLEMENTE, CAMACHO Y GERARD NUS, PIONEROS EN EL FÚTBOL AFRICANO
El fútbol también tiene sus representantes españoles en África. Alguno, como Javier Clemente, ya no tiene ningún cargo, pero fue el primero en convertirse en seleccionador de un país africano. Lo hizo en 2010 para dirigir a Camerún, pero no pudo cumplir el objetivo que tenía marcado, clasificarse para la Copa África 2012. Por eso, fue destituido tras un año de trabajo.
Sin embargo, después se redimió en la selección de Libia, a la que condujo hacia el único título que ha conseguido en su historia, el Campeonato Africano de Naciones. Lo logró en 2014 gracias, en parte, a su apuesta por los más jóvenes: "Este torneo realmente me dio una buena plataforma para dar rodaje a jóvenes promesas. La mayoría de los jugadores jóvenes han tenido una gran oportunidad aquí", aseguró el día que consiguió el trofeo.
Clemente fue considerado un héroe nacional. Su victoria causó sensación en Libia y su logro fue considerado una revolución deportiva. Sin embargo, después, en 2016, tuvo que dejar el cargo por los malos resultados de Libia en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018.
Con Ghana, Gerard Nus vivió una aventura que ahora repite un par de años después. Joven y preparado, este discípulo de Rafael Benítez, que ha trabajado en Corea del Sur, Australia, Inglaterra, España y Estados Unidos, también fue y ahora es de nuevo segundo entrenador de la selección ghanesa que se proclamó subcampeona de la Copa Africana de Naciones 2015 bajo las órdenes del israelí Avram Grant.
En el mismo torneo que se disputa en Gabón, Gerard Nus ha vuelto a sentarse junto a Grant con la idea de llevarse el título que se le escapó en la tanda de penaltis. De momento, las cosas van bien y Ghana ya está clasificada para los cuartos de final.
No puede decir lo mismo José Antonio Camacho, contratado por la selección anfitriona poco antes del inicio del campeonato. Sin mucho tiempo para preparar a Gabón, tres empates en la fase de grupos han eliminado a su equipo de la Copa Africana de Naciones. No ha tenido tiempo de dejar su sello y su futuro es incierto. Tendrá que esperar para saber si puede seguir al cargo de la selección.
LOS CLUBES TAMBIÉN FICHAN ESPAÑOLES
A nivel de clubes, los entrenadores españoles también están de moda en África. En estos momentos, Kiko López dirige al Olympique Beja de Túnez; Sergio Lobera y su asistente, Manu Sayabera, están en el Moghreb Tetouan de Marruecos; Josep María Nogués, su asistente Adolfo Baines y el preparador físico Pablo Gómez, en el Paradou de Argelia; Beto Bianchi al Petro Luanda de Angola; y a nivel de selecciones, Fran Castaño se encarga de las categorías inferiores de Níger.
Otros también pasaron en algún momento por África. Como el tinerfeño Zeben Hernández, que dirigió al Azam Fotaball de la Primera División de Tanzania junto a un cuerpo técnico formado por Jonás García, Pablo Borges, Sergio Soto y José Antonio García. Con ellos, ganó una Supercopa e intentó dotar de identidad a uno de los clubes más importantes de África. Al final, acabó este año su aventura por discrepancias con el director deportivo del club.
Manuel Retamero también vivió su experiencia particular en Libia. Se convirtió en el director técnico de la cantera del Al-Ittihad y durante un tiempo impregnó al club de una estructura más organizada. En medio de un conflicto, rodeado de armas y como maestro de unos chavales que no tenían ni zapatillas para jugar, imprimió su sello a una cantera con muchas necesidades.
La de Retamero es una historia más de un buen puñado de técnicos españoles que desempeñan su trabajo en África. El entrenador español está de moda y un continente con ganas de evolucionar deportivamente ha decidido apostar por ellos y, de momento, han dejado una profunda huella en un continente por explorar en ese terreno.