La lluvia y el frío hunden atletas africanos y consagran a Kawauchi y Linden
Los ya históricos triunfos del japonés Yuki Kawauchi y la estadounidense Desiree Linden en la 122 edición del Maratón de Boston tuvieron también como protagonistas a las malas condiciones meteorológicas, que causaron el hundimiento de los atletas africanos en el último tramo de la carrera.La lluvia, el viento y temperaturas inferiores a los tres grados centígrados hicieron que el defensor del título, el keniano Geoffrey Kirui, que llegó a tener hasta un minuto y medio de ventaja, no pudiese aguantar el ritmo de Kawauchi en los últimos kilómetros y tuviera que conformarse con el segundo puesto.
Como se esperaba, la combinación del frío, el viento y la lluvia --los tres peores elementos que pueden darse en una carrera de maratón-- se combinaron al máximo durante el recorrido de los 42,195 kilómetros (26,2 millas), que acabaron con la resistencia física de los favoritos a conseguir la victoria: los kenianos y los etíopes.
Las malas condiciones meteorológicas hicieron que Kirui, que había dominado la mayoría de la carrera, a partir de los 30 kilómetros comenzara a perder terreno con relación a Kawauchi, que se sintió a gusto durante toda la carrera.
Lo mismo sucedió con los estadounidenses Shadrack Biwott y Tyler Pennel, que acabaron tercero y cuarto, respectivamente, y que quizá con un kilómetro más de carrera también hubiesen superado a Kirui.
Asimismo, hubo un gran derrotado en el atletismo estadounidense con Galen Rupp, subcampeón el año pasado, pero que esta vez se vio afectado por el mal tiempo y, aunque se cubrió con todo lo que pudo, al final sucumbió.
De acuerdo a los organizadores, la temperatura inferior a los tres grados centígrados que se registró en el área de Boston cuando se inició la carrera fue la más baja en los recientes 30 años.
Kawauchi, primer japonés en ganar el Maratón de Boston en 31 años, reconoció que las condiciones habían sido las "mejores" para que pudiese conseguir la victoria, que además del trofeo y el título le dejó un premio en metálico de 150.000 dólares, el mismo que recibió Linden.
Kirui señaló que el frío y la lluvia le desgastaron más porque no le permitieron avanzar lo normal y eso al final fue lo que le impidió que pudiese mantener la ventaja y conseguir la victoria, para llevarse un premio de 75.000 dólares.
La misma historia se dio en la competición femenina con la etíope Mamitu Daska, ganadora de los maratones de Dubai y Houston, que se mantuvo líder la mayor parte de la carrera hasta que en los últimos kilómetros fue superada por la keniana Gladys Chesire, que al final tampoco pudo aguantar el ritmo de Linden.
Todas las corredoras africanas se fueron quedando rezagadas, incluida la defensora de la corona, la keniana Edna Kiplagat, que se descolgó del grupo de cabeza y acabó octava.
Delante, la representación del atletismo estadounidense femenino colocó a cinco corredoras entre las seis primeras, mientras la canadiense Krista Duchene fue tercera.
Linden, de 34 años, que había quedado segunda en la carrera de 2011, por apenas dos segundos, vio cumplido el sueño de cruzar en primer lugar la meta y ser la primera estadounidense que gana la prueba en 33 años, después de que en 1985 lo hiciera Lisa Larsen Rainsberger, que entonces competía con el nombre de Lisa Larsen Weidenbach.
Luego llegó su compatriota Sarah Sellers y es la primera vez desde 1979 que el atletismo estadounidense logra los dos primeros puestos en el maratón de Boston.
Duchene, que fue tercera, impidió que todo el podio fuese para las corredoras locales después de que Rachel Hyland fue cuarta, Nicole Demurcio, quinta, y Shalane Flanagan, sexta.
Quienes no se vieron afectados por las condiciones meteorológicas fueron el suizo Marcel Eric Hug, de 31 años, que ganó su cuarto título consecutivo en la prueba masculina de silla de ruedas, aunque tuvo que recibir asistencia médica al concluir la prueba, y se llevó un premio de 20.000 dólares.
En damas, la estadounidense Tatyana McFadden también hizo buenos los pronósticos en la prueba femenina y logró su quinto título consecutivo en Boston, el vigésimo segundo en Mayores, por lo que recibió el mismo premio en metálico que Hug.
Los organizadores informaron de que hubo una participación de 29.960 atletas, que incluyó corredores de 50 estados de la Unión, con 4.921 del de Massachusetts, y representación de 109 países.
Una vez más, la organización y la seguridad fueron impecables, y también hubo el tradicional recuerdo en memoria de las tres personas que fallecieron y las 260 que resultaron heridas como consecuencia del atentado terrorista que se produjo en la edición de 2013.