[Review] El Ministerio del Tiempo 2x11: Tiempo de lo Oculto
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¡Qué nos gustan los lunes! Y pese a que muchos nos tilden de locos o piensen que es por el nuevo episodio de Juego de Tronos (que por cierto, vaya capitulazo este tercero de la segunda temporada), nosotros nos congratulamos con un nuevo capítulo de una serie que pasará a la historia de la televisión española: El Ministerio del Tiempo.
Y de locos va el capítulo de hoy, de locos adelantados a su tiempo que intentaron demostrar al mundo que ellos tenían razón. El primero de ellos el argentino Sebastián Lombardi (interpretado por el fantástico Roberto Drago, nuestro eterno Doctor Hécor Béjar de Hospital Central), un hombre que solía presentar un programa de sucesos paranormales, estrambóticos, imposibles de entender para la mente humana, y que tuvo la fortuna o desgracia de toparse con una puerta del tiempo que le llevó a la Guerra Civil. Años después vuelve para hablarnos ni más ni menos, que de El Ministerio del Tiempo.
Si el Ministerio del Tiempo ya es de por sí de las series mas metas de nuestra televisión con infinitas referencias a otras series y películas (no pasan por alto los guiños a Regreso al Futuro incluso cuando no es mencionada), realizar un capítulo sobre el descubrimiento del mismo ya ha sido rizar el rizo de la brillantez. Y quienes mejor para elaborar tal maravilla que Javier Ruiz Caldera (3 bodas de más), Borja Cobeaga (Negociador) y Diego San José (Ocho apellidos vascos).
Misteriosos acontecimientos que suceden detrás de las puertas de la Plaza Duque de Alba de Madrid, multitud de seguidores que se agolpan en ella para hacerse fotos en esa misteriosa puerta... ¿os suena de algo? Pues contra ello deberán combatir nuestros agentes del Ministerio del Tiempo esta semana, sin duda, uno de sus mayores retos hasta la fecha. Más aun cuando para poder demostrar que el susodicho Lombardi no es más que un loco, deben invitarle al propio Ministerio y de este modo desacreditarle por completo.
Sin embargo lo que empezó siendo un ejercicio de camuflaje, convirtiendo la sede en un Ministerio aburrido lleno de aburridos funcionarios, se tuerce cuando Lombardi, acompañado de su hija Sonia (Anna Castilo) quién va filmando todo el reportaje, amenaza al mismísimo Salvador una vez harto de las mentiras que allí se ocultaban. Tras estas amenazas, el dispositivo de seguridad es anulado brindándole la oportunidad de volver a cruzar por las puertas del tiempo.
Tras dejar a Salvador fuera de combate, huye con su hija a través de una de las muchas puertas del Ministerio, trasladándose a 1492, días antes de que Cristobal Colón emprenda su viaje hacía las Indias. Pero para nuestros agentes del Ministerio del Tiempo eso aun es un misterio por resolver. Es el destino el que hace que en un viaje a Sevilla de 1992 durante la Exposición Universal (Expo emplazada en el antiguo Monasterio de la Cartuja dónde el propio Cristobal Colón vivió 500 años atrás y donde descansaron sus restos hasta su traslado a la Catedral de Sevilla) descubrieron en un billete de 5.000 pesetas dónde podíamos ver reflejado el rostro de Colón en conmemoración a su hazaña, que ahora la que se aprecia es ni más ni menos que la de Sebastián Lombardi. Tras su regreso al presente, el desastre es aun mayor, dado que la historia ha cambiado para todos incluyendo el propio Ministerio, salvándose Julián, Amelia y Alonso de la nueva linea temporal al encontrarse viajando por épocas pasadas.
El billete les da la clave para viajar a 1492 en busca del impostor que va a suplantar al descubridor de América, pese a las protestas de Salvador, Irene y Ernesto que siguen sin creerse que no fuera Lombardi quien lombardizó las Américas. Durante todo este tiempo, Lombardi no ha hecho más que convertirse en un autentico ídolo de masas por las redes sociales, lo que entraña un peligro cada vez mayor para el Ministerio del Tiempo, pero peor aun, está consiguiendo los favores del mismo Cristobal Colón hasta el punto que acepta que lo acompañe en su ruta, una vez que Isabel la Católica apruebe su viaje.
Pero en 1492, ellos no serán los únicos que buscan a Colón, ya que un grupo de portugueses lleva planeando truncar su viaje, arrebatarle el misterioso mapa que traza la ruta hacía las Indias por el Oeste demostrando que la tierra es redonda, y acabar con su vida para asegurar su silencio. Algo para lo que nuestros agentes del Ministerio del Tiempo están mas que preparados. Un simple caso de neutralización de amenaza y recuperación del objetivo, lo que han hecho en docenas de ocasiones. De modo que con los portugueses huyendo a sus tierras, y Colón a salvo, es hora de volver a re-escribir la historia y dejarla como debe estar. Mientras que Lombardi, agradecido por salvar su vida y la de su hija, accede volver al presente y devolver la tarjeta de memoria con las grabaciones de Ministerio.
Habiendo solucionado el problema, y para sorpresa de todos, a Lombardi le ofrecen un puesto en el Ministerio. Nada de nuevos agentes, que aun esperamos el regreso de Pacino y la incorporación de Alexandra Jiménez, sino para presentar y elaborar de nuevo un programa de sucesos paranormales, que les ayude a ocultar las actividades del Ministerio. Porqué... ¿qué mejor para ocultar un Ministerio del Tiempo que hacer una serie televisiva sobre ello?
Argentino, charlatán, simpático, entrador, tan chanta como vendehumo, usa barba candado. Este personaje está inspirado en el gran Caruso Lombardi, no me caben dudas.
Me encanta la serie, pero ayer tuve un golpe bajo a los orígenes. Soy Argentina, vivo en el noroeste de mi país, y lamento que en el mundo se nos vea como los cancheros agrandados y pedantes con tono "porteño". Argentina es muy variada, pero solo esa imagen es la que se conoce. Asi como vemos muy bien representado lo cambiante de España, podria alguien alguna vez poner un argentino de Salta, o Santa Cruz o San Luis... para ver la diferencia. Y tener asi una muestra de que no hay argentinos pedantes, hay gente pedante... en el mundo. Por lo demás, impresionante la serie!!!
Un par de puntos: a donde viaja Lombardi es a 1485, que es el año en el que Colón llegó al Monasterio de la Rábida, y cuando inició las negociaciones con Isabel la Católica para hacer el viaje. Y Colón no pretendía demostrar que la Tierra es redonda (eso ya se sabía bastante bien), sino que creía que la distancia al Asia oriental por el Atlántico era más corta de lo pensado (suerte tuvo, que más o menos a la distancia que él decía, estaba América).
El mejor capítulo de la temporada. Viva Julián, Alonso y Ameilia!