Tulcán, capital del ciclismo donde nació Carapaz, la "locomotora carchense"

Daniela Brik

Tulcán (Ecuador), 29 may .- La pequeña población de Tulcán, en la frontera entre Ecuador y Colombia, ha volcado todas sus esperanzas en su hijo pródigo y "máximo exponente", Richard Carapaz, y está a la espera de que el domingo haga historia y se corone campeón del Giro de Italia.

Con apenas 100.000 habitantes, Tulcán sigue el Giro de Italia como si fuera una competición doméstica, y todas las mañanas en el mercado de la ciudad se concentran decenas de personas para ver juntos los últimos kilómetros de cada etapa.

"Es la luz de Tulcán en el mundo", dice de Carapaz su alcalde, Cristian Benavides, que ya ha dispuesto el despliegue de grandes pantallas el domingo por varios lugares de la ciudad para ver la última jornada.

"Es el mejor exponente de Tulcán y de la provincia del Carchi y, por tanto, de Ecuador", insistió el regidor.

Considerada la capital del ciclismo ecuatoriano, del Carchi han salido, además de Carapaz, también los ciclistas Jonathan Caicedo (EF Education First Pro Cycling), Jonathan Narváez (Ineos, exSky) y "el chico" Cepedas.

Tulcán está pegada a la frontera con Colombia, por lo que parece casi natural que ése fuera el primer destino extranjero de Carapaz.

En 2015, dejó el Coraje Carchense para fichar por el equipo Strongman-Campagnolo, para un año después iniciar su andadura europea y llegar al Movistar Team.

Carapaz, que este miércoles cumplía 26 años, entró en la décimo séptima etapa del Giro en vigésima posición, con un tiempo de 4.46.13.

Pero lo hizo por delante de sus principales rivales, el esloveno Primoz Roglic y el italiano Vicenzo Nibali, a los que arrancó un diferencia de 7 segundos en una general que el carchense encabeza desde la etapa décimo cuarta.

En el patio de comida tradicional de Tulcán, medio centenar de personas siguieron este miércoles su llegada a Anterselva con banderas ecuatorianas y fotos del ciclista.

En la recta final, como si el corredor pudiera oirles, vítores de apoyo, un empujoncito moral de Tulcán en esa subida que, por lo menos a sus aficionados, se les hacía interminable.

Nacido el 29 de mayo de 1993 en la comunidad La Playa, en la parroquia del Carmelo, a 24 kilómetros de Tulcán, Carapaz suele visitar el mercado durante sus cortas estadías en su país.

Así al menos lo asegura a Efe el vendedor de uno de los puestos, quien dijo que sus buñuelos típicos y jugos de fruta, (naranjilla y taxo mora...) eran precisamente los que tomaba el ciclista. Los suyos y probablemente los de cualquier otro vendedor.

Por estas calles de Tulcán, Carapaz dio su primeros pedaleos de manos del ya fallecido y mítico entrenador local Juan Carlos Rosero (1962-2013), que fue quien lo descubrió.

Poco después, siendo aún jovencito, lo cogió bajo su mando el exciclista Paulo Caicedo, del equipo regional Coraje carchense, en momentos en los que el ciclismo en esa región de Ecuador estaba en peligro por falta de financiación.

"¡Qué alegría que nos está dando, no sólo a los carchenses, a todos los ecuatorianos, a todos los latinoamericanos!", decía este miércoles mientras veía en el mercado los últimos kilómetros de la etapa.

Sobre aquellos primeros días junto a su hoy destacado expupilo, aseguró que ya entonces "se veía que tenía talento", porque es un ciclista "con sueños".

"Lo veo campeón, muy campeón", aseveró el exentrenador, que lo tuvo dos años en su equipo regional.

Pablo Caicedo, hijo del anterior y que corrió con Carapaz, cree que está "motivado" para hacerse con el Giro el próximo domingo, y lo ve "firme" hacia otros objetivos.

Consultado por el éxito del ciclista, señaló que es un "llamado de atención a los gobernantes para que apoyen el deporte y en particular el ciclismo", porque "en el Carchi hay ciclismo y hay talento".