El Villarreal se mueve en su mercado más nacional de fichajes
El Villarreal, que trabaja para reforzar su plantilla para la temporada 2019-2020 tras varias salidas respecto al bloque del pasado ejercicio, se mueve en un mercado más nacional al que acostumbraba en el pasado el club castellonense.
Pocos días después de cerrarse la pasada campaña, el club que preside Fernando Roig cerró la continuidad de Santi Cazorla y el retorno de Pau Francisco Torres tras jugar cedido en Málaga, además de trabajar en los fichajes de Raúl Albiol y Alberto Moreno y el regreso al club de Moi Gómez.
Son cinco operaciones que tienen en común la nacionalidad, ya que todos son españoles, una tendencia que ratifica los últimos movimientos del club castellonense después de un periodo no muy lejano con jugadores llegados de distintos países.
Serían los casos de las tres últimas campañas de los italianos Roberto Soriano y Nicola Sansone, el turco Enes Ünal, los argentinos Santi Cáseres y Funes Mori, el mexicano Miguel Layún, el camerunés Toko Ekambi, el senegalés Alfred N'Diaye, el italiano Daniele Bonera o el congoleño Cédric Bakambú, entre otros.
De cara al próximo curso, el denominador común es que todos los jugadores que se asocian con insistencia al Villarreal son españoles y que ratificará, en el caso de cristalizar, la mayoritaria presencia de jugadores nacionales en la plantilla que dirigirá Javier Calleja.
Ayuda a esa nacionalización la llegada de algunos de los jóvenes valores de la cantera y es que a día de hoy el Villarreal cuenta con catorce jugadores nacionales en su plantilla, entre los que está Vicente Iborra, que llegó en invierno y ya marcó esta tendencia.
Además, la llegada desde el Villarreal B y la continuidad de Xavi Quintillà y Manuel Morlanes, aumentará a dieciséis futbolistas nacidos en España en el primer equipo villarrealense y que si cristalizan las llegadas de Pau, Albiol, Moi Gómez y Alberto Moreno pasarían a ser un total de veinte jugadores nacionales en plantilla.
Sin embargo, esta cifra estará notablemente condicionada por las bajas que aún debe conceder el club y que afectarán a varios de los jugadores españoles dentro de un proceso de remodelación de la plantilla que el Villarreal se ha tomado con más calma que en anteriores ejercicios.