El problema del Volkswagen T-Cross que no te cuentan (y deberías saber)
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El Volkswagen T-Cross es uno de los modelos SUV más vendidos de la compañía alemana. Un pequeño todocamino que ofrece un importante espacio en su interior, así como muchas posibilidades de equipamiento.
Este modelo destaca también por su comportamiento dinámico, que lo concierte en uno de los SUV preferidos por los consumidores para moverse por ciudad.
Lo que nos ofrece el Volkswagen T-Cross
El Volkswagen T-Cross está disponible con mecánicas diésel y gasolina. Los primeros llevan un motor 1.6 TDI de 95 CV. En gasolina tenemos el 1.0 TSI que desarrolla 95 o 115 CV de potencia. También habrá disponible el 1.5 TSI EVO de 150 CV.
Estos motores van asociados a una caja de cambios manuales con cinco velocidades, siendo de seis para el más potente. Esta, además, también puede llevar transmisión automática DGS de siete relaciones.
Estos modelos se pueden combinar con los acabados Edition, Advance y Sport. Estos incluyen de serie, entre otros detalles, climatizador de dos zonas, faros LED, acceso y arranque sin llave, lector de señales de tráfico, cámara posterior, sistema de sonido Beats, asientos calefactables, detector de objetos en ángulo muerto, etc.
Dependiendo del bloque y el acabado, los precios oscilan entre los 18.990 euros del modelo de acceso hasta los 24.440 € de la versión más sofisticada.
El problema que no cuentan del Volkswagen T-Cross
Pero ojo, porque si queremos un Volkswagen T-Cross que no nos decepcione, lo mejor es optar a las versiones más potentes. O incluso esperar a que llegue el 1.5 TSI EVO de 150 CV.
El motivo es que estos motores de 3 cilindros, al margen de los comentarios que lo califican de “muy ruidoso”, no responden como se espera hasta las 2.000-2.500 revoluciones. Por no hablar de lo que sufre si llevamos el climatizador en marcha. Mejor pensárselo dos veces antes de querer ahorrar unos euros. Podemos lamentarlo a medio/largo plazo.