Familiares de Egan Bernal dicen que los inicios del campeón fueron duros
El camino que llevó al ciclista colombiano Egan Bernal a alzarse con el Tour de Francia empezó en Zipaquirá, una pequeña ciudad colombiana conocida por su Catedral de Sal, en donde sus inicios estuvieron llenos de esfuerzo y dificultades, como explicaron hoy a Efe algunos de sus familiares.
"El papá lo llevaba a la vía del Alto del Vino, pero pequeñito, tendría unos cinco o seis años. Es muy duro, muy duro", dijo entre lágrimas a Efe Álvaro Julio Bernal, su abuelo, que acudió al parque La Esperanza junto con otros de sus familiares para presenciar la victoria de su nieto.
El abuelo recordó que, cuando su nieto era pequeño, salía a las cinco de la mañana de su casa para ir a entrenar junto a su padre y regresaba antes de las ocho de la mañana, que era cuando el actual campeón del Tour entraba al colegio.
"No sé cómo haría para hacer sus tareas porque volvía a la casa y otra vez se iba a entrenar con el papá. Fue muy duro", señaló sobre esa época.
Karen Bernal, prima de Egan, se crió con él y también conoce a la perfección cómo fueron los inicios del ahora campeón.
"Es un orgullo tenerlo a él, ver que cumplió con lo que soñaba desde muy pequeño", sostuvo y agregó que "toda la vida soñó ser un ciclista y en este momento lo está logrando. Es un orgullo también para Zipaquirá que represente a nuestra ciudad en Europa".
Tan duros fueron esos inicios que, en uno de esos agotadores entrenamientos Bernal "botó la bicicleta y dijo que no quería saber más de ella".
"No sé dónde fue, pero botó la bicicleta y dijo que no quería saber más, pero al otro día, dio otra vuelta", reconoció su abuelo con voz entrecortada por la emoción.
El día en el que Egan Bernal se coronó campeón del Tour, las montañas que rodean Zipaquirá amanecieron cubiertas de la niebla habitual de la sabana bogotana.
En esas mismas montañas fue donde Egan empezó haciendo ciclismo de montaña.
"Esos fueron sus inicios. Así siguió y mira en dónde estamos", sostuvo el abuelo que siguió casi como un ciclista más la penúltima etapa del Tour, en la que su nieto consolidó su triunfo.
"Estaba sentado y parecía que estaba pedaleando, se me salía el corazón", dijo.
Para su abuela adoptiva, Teresa Silva, el triunfo en el Tour de Francia debe ser un ejemplo no sólo para los jóvenes colombianos sino para todos los del mundo.
"Pasamos por momentos difíciles aquí en Colombia, pero son triunfos muy lindos no solamente para Egan sino para todos los compañeros de trabajo", afirmó Silva en declaraciones a Efe.
Para ella, lo hecho por su nieto también es importante para que el mundo "no vea solo la cara fea de Colombia, sino que vean lo bello que tiene el país".
Su prima también se deshizo en elogios hacia el campeón del Tour: "Siempre ha sido muy respetuoso, cariñoso, siempre ha sido una persona intachable en todos los sentidos de la palabra. Crecer con él fue muy genial", añadió Karen Bernal.
Los familiares de Egan esperan que su victoria en el Tour de Francia repercuta de manera positiva en el municipio de Zipaquirá y ya preparan un recibimiento con honores para el campeón.
Aunque, como dijo Karen, "siempre fue el campeón de nuestra familia".