El último tango en Pekín trae la gloria mundial a España

El último tango en Pekín le ha traído la gloria a España, que se ha adjudicado su segundo título mundial al doblegar con autoridad a Argentina (75-95) en la final del torneo disputado desde agosto en China. El cuadro de Sergio Scariolo ofreció su mejor actuación de un torneo en el que ha ido de menos a más como casi siempre y del que se marcha sin conocer la derrota. La defensa, seña de identidad de su progresión, ha fraguado el triunfo ante un rival cuyo instinto competitivo quedó devorado por el clínic de juego español.

Ricky Rubio (20 puntos) y Marc Gasol (25 de valoración) se erigieron de nuevo en principales solistas de una orquesta que brilló en su conjunto, clave para hacer valer la calidad del bloque en un partido mucho más plácido de lo que se esperaba en principio. El dominio del rebote (39 por 22 del rival) también supuso un factor primordial en un nuevo título para el baloncesto español, que sigue prolongando una generación de puro metal. Los continuadores de aquellos júniors de oro del 99 han hecho honor al apelativo precisamente en la primera final que España disputaba desde entonces sin el mito Pau Gasol.

Y el tango no tardó en comenzar con sus primeros sones. La sorpresa de Scariolo en el quinteto titular con la presencia de Oriola resultó efectiva. El catalán abrió el marcador del encuentro y contribuyó a poner un listón de intensidad defensiva que fraguó el dominio español desde el inicio. El combinado nacional tenía la intención de bailar agarrado. Cerrando a la perfección el rebote defensivo, y a través de una movilidad y ayudas electrizantes, abrió brecha (0-7) tras un triple de Marc Gasol y luego se fue a la máxima ventaja en el electrónico (2-14) con otra canasta de Oriola.

España se había adueñado de la pista, pero no era la única selección en participar en el baile. Ambos contendientes llegaban a la cita invictos y eso no responde a la casualidad. Argentina encontró en el triple el instrumento para mejorar su puesta en escena, dándole dos lanzamientos de Brusino el pie para exhibir su mejor versión. Se puso al nivel defensivo de su rival en una danza trepidante, de ritmo demoledor, que ya era cosa de dos (13-14).

Un primer cuarto que avanzó lo que iba a ser el partido

No obstante, la súbita irrupción de Ribas con 5 puntos seguidos domó el instinto competitivo de los sudamericanos y otorgó al equipo nacional la tranquilidad para recomponerse atrás y marcharse al final del primer cuarto con una cómoda ventaja en el marcador (14-23). Había que rayar a la altura de lo que se ha visto en el campeonato (66 puntos de media en contra) para multiplicar las opciones y lo estaba consiguiendo.

El inicio del segundo cuarto reforzó el control de los movimientos de una pieza que por momentos iba del vals en ataque al charlestón de la defensa. Maniatando completamente a un Scola muy desacertado, la pareja de baile apenas se veía capacitada para encontrar su ADN competitivo. Dos triples de Rudy Fernández y una canasta de Willy Hernangómez compusieron un parcial de 0-7 que parecía dinamitar la contienda (14-31). Campazzo y Brusino no eran suficientes para dar réplica a una España que se gustaba.

Sin embargo, Laprovittola se empeñó en rescatar el orgullo argentino con 7 puntos consecutivos que contenían la sangría (21-31). Pese a la antideportiva a Pau Ribas, España no se descompuso y prolongó su mejor baile con una defensa de libro y un protagonismo ofensivo coral en el que destacaba Rudy Fernández (8 puntos). Al descanso, el tango tomaba un claro acento español (31-43).

El clínic defensivo se prolongó tras el descanso

El clínic defensivo prosiguió a la vuelta de vestuarios, para mayor desesperación de una Argentina totalmente desdibujada, incapaz de acompasar su cuerpo con el ritmo de la música. Tanto como Luis Scola, un Gardel llamado a cantar el tango y que desafinaba apretado por las ayudas de la defensa española. Una jugada en la que acabó en el suelo le daba al pívot el rictus de la impotencia. Otras, como una combinación de Ricky Rubio que dejaba solo bajo canasta a Juancho Hernangómez y una acción casi inverosímil de Claver, casi hacían del baile una marcha triunfal (47-66 al final del tercer cuarto).

Continuos tapones, el rebote defensivo cerrado con silicona, riqueza táctica en ataque...España había echado de la pista a su enemigo y no quería que parara la música. Argentina se puso agresiva, enlazó varias defensas buenas y cimentó un parcial de 9-2 que le daba alguna opción (56-68). No tardó en responder el grupo de Scariolo con un 3-8. Los sudamericanos apuraron sus opciones convirtiendo el baile en una pelea de bar; y con los puntos de Deck y Laprovittola, quienes suplieron a los primeros espadas Campazzo y Scola.

El bloque de Sergio El Oveja Hernández apenas podía tirar de casta y coraje, infructuosas porque España no estaba a dispuesta a bajar el pistón. Con Argentina en el bonus desde el ecuador en los dos últimos cuartos, los tiros libres garantizaron que la pieza no desentonara. Un triple de Ricky Rubio subió al marcador el 72-93 a poco de más de dos minutos, poniendo casi el cierre al partido. Scariolo permitió que los tres menos habituales (Colom, Rabaseda y Beirán) probarán las mieles de la gloria mundial y participaran en lo pasos del último tango en Pekín. El próximo baile llegará en los Juegos de Tokyo.

- Ficha técnica:

Argentina (75): Facundo Campazzo (11), Nicolás Brussino (8), Patricio Garino (-), Marcos Delía (2), Luis Scola (8) -cinco inicial-, Tayavek Gallizzi (-), Nico Laprovittola (17), Gabriel Deck (24), Luca Vildoza (2) y Máximo Fjellerup (-), Agustín Caffaro (-) y Redivo (3).

España (95): Ricky Rubio (20), Rudy Fernández (11), Juancho Hernangómez (11), Pierre Oriola (6), Marc Gasol (14) -cinco titular-, Pau Ribas (5), Víctor Claver (2), Willy Hernangómez (11), Sergio Llull (15), Rabaseda (-), Colom (-) y Beirán (-).

Parciales: 14-23, 17-20, 16-23 y 28-29.

Árbitros: Cristiano Maranho (BRA), Yohan Rosso (FRA) y Steven Anderson (USA). Eliminaron por faltas a Pau Ribas y Juancho Hernangómez por España y a Nico Brussino por Argentina.

Incidencias: final del Mundial de China disputada en el Wukasong Sports Center de Pekín ante unos 18.000 espectadores que llenaron el recinto. Asistió al partido el ministro español de Cultura y Deporte, José Guirao.