Sentencia admite indicios de movimiento de dinero, pero no como para condenar
Valencia, 9 dic (EFE).- La sentencia absolutoria de corrupción deportiva del juicio por el posible amaño del Levante-Zaragoza en mayo de 2011 admite que los movimientos de cuenta de los jugadores del club valenciano son un indicio que permite sostener la acusación, pero que no resultan “suficientes” para ser una prueba del fraude deportivo.,La sentencia explica que las tesis de las acusaciones se apoyan en el testimonio del denunciante, el actual presidente de LaLiga, Javier Tebas, el informe es
Valencia, 9 dic .- La sentencia absolutoria de corrupción deportiva del juicio por el posible amaño del Levante-Zaragoza en mayo de 2011 admite que los movimientos de cuenta de los jugadores del club valenciano son un indicio que permite sostener la acusación, pero que no resultan “suficientes” para ser una prueba del fraude deportivo.
La sentencia explica que las tesis de las acusaciones se apoyan en el testimonio del denunciante, el actual presidente de LaLiga, Javier Tebas, el informe estadístico de esa entidad sobre el partido y el informe de la Agencia Tributaria que apuntaba a un descenso de las extracciones de dinero en efectivo y de pago con tarjeta de los jugadores del Levante.
Respecto al de Tebas lo admite como “testimonio de referencia”, pero recuerda que la jurisprudencia para argumentar que el valor de estos testimonios es el de “prueba complementaria para reforzar lo acreditado por otros elementos probatorios, o bien el de una prueba subsidiaria, para ser considerada solamente cuando es imposible acudir al testigo directo”.
El fallo subraya que “ninguno de los supuestos testigos aludidos en su denuncia por el señor Tebas confirmaron lo afirmado y recuerda que el partido estaba marcado por una circunstancia “extraordinaria” como era que el Levante ya estaba salvado.
De este modo, asume que el elemento central es el de los informes de la Agencia, de los que admite que “constituyen un indicio incriminatorio válido del posible amaño del partido, ya que revelan cambios del patrón de gasto y consumo de la mayor parte de los jugadores del Levante acusados en esta causa”.
La sentencia admite que para justificarlos “se habrían ofrecido, en muchos casos, explicaciones insuficientes o no justificadas y que en cualquier caso, valoradas de forma integral, revelan cambios de comportamiento generalizados y análogos que resultan compatibles con la recepción de dinero en efectivo en fechas próximas a la disputa del partido contra el Zaragoza, que es la tesis que mantienen las acusaciones”.
“Pero, aun constituyendo un indicio global válido para sostener la acusación, en términos de posibilidad, no resulta, en cambio, suficiente para que podamos afirmar, sin ningún género de dudas, que constituye prueba bastante de la comisión del delito de fraude deportivo con el que se le relaciona y menos aun de la concreta participación de todos los acusados en el mismo”, expone.
La sentencia señala que no existe “correlación entre la suma extraída de la arcas del Real Zaragoza” y “la correspondiente a la reducción del consumo, ingresos no justificados u otros comportamientos anómalos detectados en los informes de la Agencia Tributaria”.
“Por lo tanto, no puede asegurarse, sobre la base de dichos informes, ni sobre la base de cualquier otra prueba realizada en el juicio, que la cantidad salida de los fondos del Zaragoza, días antes del partido, fuera a parar, en su mayor parte, al menos, a manos de los jugadores del Levante”, expone.
También se destaca que existen otras hipótesis razonables como que los directivos del Zaragoza extrajeran el dinero para evitar el inminente concurso de acreedores que reduce la “fuerza convictiva” de la tesis de las acusaciones y les impide ser “concluyentes”.
La sentencia desacredita la información aportada por el “misterioso confidente” de Tebas entre otras cosas porque hablaba de Javier Paredes como capitán del Zaragoza cuando no lo era.
El juez dice que el “punto más débil de las acusaciones” es el de “probar la participación directa y eficaz de todos los acusados en el supuesto amaño” algo que “no se ha probado”.
Respecto a los jugadores del Zaragoza, afirma que dado que ellos tenían que ganar no parece “prudente” ni “probable” “que se les comunicara a todos, multiplicando con ello las posibilidades de que se difundiera el plan criminal, sin necesidad, ni rédito alguno”.
“En cuanto a los jugadores del Levante, también parece muy improbable que participaran todos los acusados en el amaño, sin que, por añadidura, se enterasen, además, ni la directiva, ni el entrenador del club”, destaca.
También duda de que el supuesto enlace en la plantilla del Levante “decida trasladarles a todos sus compañeros, sin excepción, ni filtro alguno, dicha oferta criminal” dado que “se arriesgaba con ello a que algún disidente denunciara y arruinara el plan delictivo, poniéndole en evidencia".
“En suma, aun cuando considerásemos que el partido objeto de estos autos resultó, en efecto, amañado -hecho que no se ha considerado probado- cabría la hipótesis alternativa plausible de que no todos los acusados hubieran participado en el amaño, no habiendo razones objetivas y fundadas para discriminar entre unos y otros”, señala el texto, que apunta a que eso “abocaría a la absolución de todos ellos”.