La superdieta de McGregor: promete una "obra maestra" ante Poirier
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No es la primera vez que sale a la luz la estricta dieta que Conor McGregor, luchador de artes marciales mixtas (MMA), sigue para ponerse a punto de cara a un combate. Sin embargo, sigue asombrando la capacidad de los peleadores para mantener tan estrictas rutinas físicas y mentales. El excampeón irlandés del peso ligero se enfrentará a Dustin Poirier el próximo 23 de enero. Será el segundo episodio entre ambos, tras la pelea que ganó el europeo al americano en el primer asalto (TKO) en 2014. No quiere defraudar McGregor, aún con la espina clavada de su combate contra Khabib Nurmagomedov en 2018. "Voy a hacer una obra maestra ante Poirier", ha avisado. La UFC se forta las manos, claro.
Tras su excursión por el mundo del boxeo (peleó contra Floyd Mayweather en 2017), McGregor fue derrotado por Khabib y le dio al 'pause' en su carrera. Se tomó un respiro y regresó hace justo un año noqueando a Donald Cerrone en apenas 40 segundos dentro del octágono. Ahora se entrena siete días a la semana y come seis veces al día para llegar en la mejor forma posible a la pelea con Poirier, luchador de muy alto nivel. Es una pauta de la que ya presumió antaño, cuando se puso en manos de un exmarine de los Estados Unidos para que le vigilara la dieta.
Los alimentos que forman la dieta de ‘The Notorious’ van desde el pollo hasta el pescado, especialmente salmón, pasando por ternera y huevos. No le hace ascos a las especias como albahaca y orégano. McGregor desayuna cereales, huevos y verduras. Incluso muchos días empieza con su entrenamiento de cardio con tan sólo agua en el cuerpo. A media mañana ingiere frutas y ensaladas con miel orgánica. El pollo, la carne y el arroz suponen la mayoría de los ingredientes de sus almuerzos. Para la merienda elige frutos secos y batidos. El estofado de cordero irlandés suele aparecer para sus cenas, que no constituyen la última comida del día, pues hay recena: más batido o té.