La bomba de Xiaomi (y los patinetes eléctricos) a punto de estallar en España

La movilidad en las ciudades está cambiando. La circulación sostenible se va extendiendo cada vez más entre los ciudadanos. Las grandes urbes cuentan cada vez más con personas que circulan en bicicletas o patinetes eléctricos. Sobre todo estos últimos. El crecimiento del mercado de patinetes electrificados ha aumentado en gran medida en los últimos años.

Sin embargo, el uso de los patinetes eléctricos todavía no ha sido regulado en España. En muchos lugares se han construido carriles bici y zonas habilitadas para que la gente pueda circular con seguridad con este tipo de vehículos. No obstante, no existe ninguna normativa que lo regule. Algo que podría cambiar en muy poco tiempo.

Francia se pone las pilas

Se conoce que la DGT de nuestro país ya está trabajando para facilitar la convivencia de los patinetes con el resto de usuarios. Y hay que decir que en Francia ya lo han hecho. El país galo cuenta ya con una nueva normativa que podría extenderse a otros países del continente europeo, y entre ellos España. Una nueva ley a la que también deberán adaptarse los fabricantes de patinetes como Xiaomi, BMW, Momo, Cecotec y compañía.

Esta entrará en vigor en septiembre y dispone de una serie de limitaciones que os contamos a continuación.

La nueva normativa sobre patinetes eléctricos

En primer lugar, se ha limitado la velocidad máxima de los patinetes a 25 km/h. Además, a no ser que la normativa local lo permita, estará prohibido circular por aceras. Su uso se ha delimitado a zonas determinadas como el carril bici. Y en caso de no existir, estarán obligados a circular por la carretera, siempre que la velocidad máxima de esta sea de 50 km/h.

Por otro lado, será obligatorio llevar luz trasera y delantera, y deberán llevar algún elemento reflectante en caso de visibilidad reducida.

Tampoco podrán circular con ellos niños menores de 8 años, y desde los 8 hasta los 12 será obligatorio usar casco. Y tampoco se podrán utilizar auriculares de música o manos libres que dificulten la escucha.

Y atención, porque si no se cumplen las normas, las multas irán desde los 35 a los 1.500 euros.