Dulce en el césped, amargo en la grada

Confirmada la permanencia y por tanto liberado de la tensión de las últimas fechas, el Deportivo disfrutó de una tarde plácida ante una UD Las Palmas con buen manejo en la medular pero endeble sin la pelota. La falta de actitud defensiva del equipo de Pepe Mel fue aprovechada por Florin Andone, imparable al espacio, y a la postre resultó un caramelo que el internacional rumano saboreó con buen gusto durante los 90 minutos.

El Dépor arrancó el partido contemplativo, buscando salir a la contra y hacer daño a Las Palmas con la velocidad de Andone al espacio. No tardó en conseguirlo: un error de bulto de la zaga amarilla -hoy naranja por cuestiones de indumentaria- permitió al delantero blanquiazul recoger la pelota en las inmediaciones de la portería defendida por Raúl Lizoáin. Para alegría de la afición, el delantero no perdonó en los metros finales.
En cualquier caso y pese al 1-0, el 'otro choque' se producía en las gradas, con los Riazor Blues mostrando diferentes pancartas reivindicativas y entonando cánticos contra la directiva y los futbolistas que no fueron bien recibidos por la inmensa mayoría del municipal coruñés.
La última jornada de liga disputada en A Coruña quedaría prácticamente sentenciada antes de llegar al entretiempo, 15 minutos después de que el sector ocupado por la mencionada peña deportivista abandonase el estadio, como había anunciado en la previa. Andone, sacando partido de una portentosa arrancada en diagonal, y Carles Gil, tras rematar un centro de Ola John mal rechazado por Raúl, dispararon la diferencia en el electrónico hasta los tres goles.
Quique Setién trató de corregir los desajustes defensivos de su equipo dando entrada a David García y Javi Castellano, pero ni mucho menos logró ponerle tapón a la sangría en la zaga canaria. 
En un contexto favorable a sus condiciones, Andone dispondría de un par de disparos de media distancia suficientemente claros como para anotar su tercer gol del encuentro, pero ninguno de ellos encontró portería. Visiblemente excitado, a Florin le faltó calma para asistir a sus compañeros, libres de marca.
Con los ánimos más calmados en el respetable tras una primera mitad convulsa, el encuentro se fue consumiendo sin que en ningún momento peligrase la victoria para el Deportivo. Tan solo dos lanzamientos visitantes de libre directo desde la frontal del área pusieron en apuros a Davy Roef, que vivió con comodidad los 90 minutos bajo palos.
Tras la entrada de Marlos Moreno y Álex Bergantiños, Carles Gil disfrutó de una opción clara para anotar el cuarto rematando desviado un balón recogido en la frontal.
En los últimos minutos Riazor se dio uno de sus pocos respiros de la temporada y le dio una atronadora ovación a Andone al ser sustituido por Fajr en el minuto 85.
El Deportivo cierra una temporada gris y agónica con una victoria que al menos endulza el paladar de la hinchada coruñesa.
 

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