A plantilla flaca todo son pulgas: la Quinta del Pipo se hace de querer
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El Valencia jugó un buen partido y mereció el empate
El Valencia perdió contra la Real Sociedad en un partido en el que jugó con uno menos desde el 45 y en el que hizo méritos para igualar, al menos, el gol de Carlos Fernández que llegó en un despiste. Los de Baraja se marcharon ovacionados por el esfuerzo pero sin premio.
Baraja, como te contamos en directo, recuperó a Gabriel Paulista y Yaremchuk para la convocatoria, pero optó por no sacarlos de inicio. De hecho, introdujo dos novedades en el once titular: Cenk en la zaga y Amallah en el medio. Se queja el técnico de que su plantilla es corta y partidos como el de la Real no. hacen más que confirmar que eso es así. Y, como dice el dicho popular, aunque modificado, a perro flaco todo son pulgas. Pues eso, a un equipo justito de efectivos, le añades la lesión de Gayà, que Amallah se autoexpulsa y que el árbitro tampoco estuvo muy casero y tienes un cóctel de aúpa, una copa de veneno que este Valencia no supo tragar.
Porque a favor de corriente el Valencia fue mejor. Jugó una gran primera media hora en la que pudo adelantarse gracias a un Amallah que luego tristemente sería protagonista. Su cabezazo hizo volar a Remiro y supuso el punto de inflexión del partido.
Primera pulga: el propio Valencia
Cuando mejor estaba el Valencia, a la media hora, llegó el 0-1. Una falta rápida, la zaga estaba dormida y Carlos Fernández adelantó a la Real. Estuvo atento al saque, se fue de Cenk, Diakhaby quiso taparle, pero a la media vuelta fusiló a Giorgi. La defensa señalada y ventaja para los de naranja.
Segunda pulga: el árbitro
Antes del descanso llegó la puntilla. Amallah fue expulsado por doble amarilla y el colegiado Hernández Hernández no quiso ver una posible agresión de Traoré.
Tercera pulga: Gayà
Todo estaba cuesta arriba cuando cayó el capitán. La cortedad de la plantilla se paga y los jugadores se van rompiendo poco a poco ante la acumulación de minutos. Justo en el día en el que su suplente apareció en camilla para anunciar que tenía un trastorno neuromotor, cae Gayà.
Con media hora por delante el Valencia, que estaba con uno menos, no le perdió la cara al partido. La Quinta del Pipo tiene arrestos, orgullo y pundonor pero a veces eso no es suficiente. Si tu club, si Peter Lim no te da armas, pues pasa lo que pasa.
Y eso que Baraja lo intentó hasta la saciedad, acabó jugando con dos puntas al sacar a Yaremchuk junto a Hugo Duro. Pero ni por esas, ni tan siquiera con las 44.200 almas de Mestalla, el Valencia pudo esta vez puntuar. Y eso que lo mereció con creces. Los jugadores acabaron extenuados, casi andando por el agotamiento pero aplaudidos por su público. Y es que, la Quinta del Pipo se hace de querer.