No todo vale por dinero: el desastre de la Fórmula 1 en Qatar que puso en riesgo a los pilotos
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La Fórmula 1 vivió en Qatar algo que no debería volver a repetirse
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Pianos para motos, neumáticos inseguros y un clima esperpéntico
No todo vale por dinero. La Fórmula 1 volvió a demostrar en Qatar que se ha vuelto esclava de los billetes. El 'Gran Circo' corrió este fin de semana en Losail, un circuito más de motos que de coches y bajo una climatología que puso en peligro la salud de los pilotos.
La Fórmula 1 tiene que replantearse muchas cosas de cara al próximo año, ya que por dinero, seguirá corriendo en el circuito de Losail durante los próximos diez años. Las sobrecogedoras imágenes de los pilotos tras la carrera - alguno como Sargeant no pudo ni si quiera acabarla por una cuestión de salud - fueron la viva prueba de que algo se hizo mal. Y se hizo mal desde el principio.
La Fórmula 1 seguirá corriendo en Qatar durante los próximos diez años
Los pilotos ya lo avisaron el jueves en cuanto pisaron el circuito y vieron la previsión meteorológica de más de 40 grados para la carrera del domingo, casi el doble de temperatura en pista. La Fórmula 1 ha fallado en muchas cosas este fin de semana, y todas ellas pusieron en riesgo a los pilotos.
Losail es un circuito diseñado para MotoGP en el que, por una cuestión únicamente económica, la Fórmula 1 ha decidido introducirlo en su calendario. El primero año fue 2021, en 2022 no se corrió ¿Por qué? Porque preferían centrarse en llegar bien al Mundial de Qatar - en diciembre del año pasado - y a la Fórmula 1 pareció no importarle. Y con lo que hemos visto este fin de semana, casi que fue de agradecer.
Los pianos, diseñados para las carreras de motos, destrozaban los coches y aumentaban las posibilidades de sufrir accidentes. La solución fue aumentar los límites de pista para alejar a los monoplazas de los pianos. Más que solución fue un parche, y ni si quiera se les consultó a los pilotos. Para algunos fue incluso demasiado tarde, como Carlos Sainz, que se quedó sin disputar la carrera del domingo por una fuga en el depósito de gasolina, debido a los fuertes golpes que sufría su Ferrari cada vez que tenía que pasar por los pianos.
Los neumáticos eran inseguros, hasta el punto que la Fórmula 1 - por primera vez en su historia - prohibió a los pilotos dar más de 18 vueltas seguidas con un mismo compuesto, obligándoles a todos ellos a parar un mínimo de tres veces en boxes. Les forzaron a parar tres veces e ir al máximo en pista para aprovechar los neumáticos, lo que sumado a las altas temperaturas y a la humedad, creó un cóctel explosivo que dejó a los pilotos exhaustos.
Sargeant retirado antes del final. Esteban Ocon vomitándose encima. Magnussen, Albon y Stroll, con dificultades para bajarse de sus monoplazas. Y Oscar Piatri, tumbado en la sala previa al podio por el cansancio. Imágenes que rozan lo lamentable, lo vulgar, en el deporte más exclusivo del mundo. Qué paradoja.