Málaga CF: un mes clave para encontrarse a sí mismo
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Febrero será un mes importante para reconducir un inicio de 2024 que no convence
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Cuatro partidos previos al Málaga-Ibiza de la jornada 26, uno de ellos ante el Recre en La Rosaleda
Más allá del histórico protagonismo de la afición malaguista en el último partido en Granada, hay dos lecturas de ese 0-2 al filial nazarí. Una no quita la otra. Los tres puntos eran de obligado cumplimiento y lo lograron, pero las formas no convencieron ni al más optimista de los testigos. Un Málaga rácano, plano y sin fluidez en su juego con balón. Ha ido perdiendo claridad ofensiva en los últimos metros. Ganó por dos chispazos y mantuvo la portería a cero, pero con la sensación de que, a los puntos, el Recreativo Granada no estuvo tan lejos de poner en aprieto a Alfonso Herrero.
En definitiva, no dominó el partido el Málaga, que lo sacó adelante más por oficio, control del tempo, falta de calidad del rival y puro oportunismo. Víctor centró de maravilla a la cabeza de Dioni, que tiene el rifle cargado. Dani Lorenzo se atrevió a romper líneas, conducir con la portería en el objetivo y ponerle el caramelo a Roberto, que buscó el gol con olfato. Así también le valió, pero que el juego sin identidad sea un hábito preocupa hasta a Pellicer. "No es que esté contento, pero las valoraciones se harán de puertas para adentro", decía tras el encuentro.
Sabe que el equipo no está igual de fino en este inicio de año que como lo terminó o cuando se enlazaron varios partidos sin perder en el inicio de la temporada. Ha perdido fuelle, potencia, seguridad y descaro. Muchos jugadores se están estirando al límite en lo físico, como Jokin o Roberto. No está sabiendo encontrar soluciones para salir bien en las primeras partes.
Por eso, Pellicer va a cambiar ciertas cosas en la preparación del día a día, como confirmó hace unos días. Implementará dobles sesiones y sumará la ayuda de un nuevo analista para "la mejora individual" del grupo, con mucho vídeo. Más allá de la necesidad de fichajes en un cierre de mercado que se acaba con prisa y corriendo, la plantilla necesita dar un paso al frente en rendimiento individual.
Cuatro jornadas para restablecer un rumbo
Así, el triunfo revitalizador en lo clasificatorio y también en lo anímico pone en un punto de partida positivo para el próximo mes de febrero, con cuatro partidos donde decir poco y demostrar mucho. El próximo domingo recibe al Atlético Baleares (12.00 horas); el domingo posterior viaja a casa del penúltimo, el Melilla (12.00 horas); el domingo 18 es el esperado derbi andaluz ante el Recreativo de Huelva, rival directo en la caliente zona de playoff (12.00 horas) y el sábado 24, el reto de conquistar el estadio del equipo que consiguió sonrojarles en La Rosaleda en la primera vuelta, el Alcoyano.
Son los cuatro partidos previos al Málaga-Ibiza de la jornada 26, fijado el domingo 3 de marzo a las 12.00 horas. No es baladí llegar a esa cita sin descarrilar por el camino. Asoman dos partidos consecutivos contra equipos en puestos de descenso (Baleares y Melilla), luego uno contra el Decano que será fundamental para dar un golpe anímico a uno de los candidatos del Grupo II y, como colofón al mes, la visita complicada a Alcoy contra el cuarto mejor local de la categoría. El Alcoyano ha ganado más partidos en casa (6) que el propio Málaga (5). Nadie gana con el escudo.
Se le avecina un nuevo puerto de montaña a los de Pellicer, que tendrá que encontrar el punto de inflexión para empezar a calibrar una idea clara de cómo tener más dominio de los partidos. Se espera un margen de mejora con los fichajes y con los no fichajes, los que están y se les espera. El Málaga anduvo sin rumbo e improvisando en Granada. Y eso lo puede pagar contra otros equipos con más calidad individual. En febrero deberá conseguir lo que hace mucho que busca: la regularidad.