Pellicer: un triunfo sin convencer y una "lección al fútbol español" de los aficionados

El Málaga ganó por acierto y no por convencimiento. El filial del Granada cayó en casa por 0-2 ante un equipo malaguista que necesitaba los tres puntos como fuera. La brutal masa social malaguista fue la gran protagonista de la jornada, sin duda, pero lo que se vio en el verde no gustó demasiado. Tampoco a Sergio Pellicer, como confirmó en rueda de prensa.

"Nos han apretado mucho con su 4-2-4 y ellos lo han aprovechado para atacar, pero cuando ha madurado el partido, ya ha sido más controlado, aunque con faltas de concentración. Era un partido en el que teníamos mucho que perder. Mucho respeto al rival, que va a hacer una segunda vuelta mucho mejor, seguro. Sabiendo que había que ganar sí o sí contra un rival que va último, no quiero que nadie saque el titular de que lo importante era el resultado, pero cuando uno no gana, porque viene una montaña rusa. No es que esté contento, pero las valoraciones se harán de puertas para adentro", decía el técnico.

Más de su análisis. Reflexionó sobre esa constante mirada hacia los de arriba, Castellón e Ibiza. "Tengo la sensación de que miramos mucho la clasificación. Muchas veces perdemos el respeto al rival. Somos un equipo grande pero en el campo solo hay once contra once y todas las plantillas son muy competitivas. El día del Sanluqueño, que fue 0-0 en casa, hicimos un gran partido. Sin embargo, en Murcia no hicimos un gran partido, pero fuimos muy prácticos (1-4). Ahora a preparar el partido contra el Baleares. A intentar ganar y convencer".

Por último, quiso reivindicar la gesta que facilitó el Granada, abriendo las puertas del estadio a cal y canto al malaguismo. "Felicitar al Granada CF y su afición. Lo que ha ocurrido hoy va más allá del fútbol. Hemos vivido una fiesta y hemos dado ejemplo al fútbol español. Tenemos que ganar pero antes de eso dar las gracias al club y a nuestra gente. Hoy ha ganado el fútbol más que otra cosa. Darle las gracias al Granada. Han sido alrededor de 5.000 personas, algo inusual, y se ha dado porque ellos han facilitado las cosas".

"Esto nos sube la exigencia, porque ellos lo son todo y nos obliga a ser mejores a todos. Sigue habiendo ilusión y algo estaremos haciendo bien para que tanta gente venga a animarnos así", finalizó Pellicer, que celebra el fin pero no las formas de ganar. Tendrá que convencer mucho más en La Rosaleda el próximo domingo.