Los pasos a seguir si tienes un reventón en la rueda del coche por culpa de un bache
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Si sufres un reventón por un defecto de la calzada, puedes reclamar los daños a la administración pertinente
Seguro que más de una vez te has topado con esos baches traicioneros en nuestras carreteras. Y en estas ocasiones, no hay nada peor que un reventón por culpa de esos cráteres en el asfalto. No obstante, aquí te dejamos algunos consejos para que no te cojan desprevenido.
Cuando sufres un reventón, lo más probable es que escuches un fuerte ruido y que tu coche empiece a moverse de manera sospechosa. Pero no entres en pánico. Mantén la calma, ni se te ocurra hacer volantazos ni frenadas.
En ese momento debes agarrar el volante con fuerza, dejar de acelerar y usar el freno motor para reducir la velocidad sin darle un pisotón al pedal de freno. Luego, dirige tu coche hacia el arcén y no olvides encender las luces de emergencia para que todos sepan que estás teniendo un mal día.
Debes tener en cuenta que los reventones se vuelven más habituales en los meses de verano, cuando las temperaturas son más altas. Esto es porque el calor afecta a los neumáticos más de lo que imaginamos, multiplicando las posibilidades de reventón hasta por cinco.
Si sufres un reventón por un bache, podrás reclamar los gastos a la administración
Dicho esto, si el reventón ha sido a causa de un bache en la calzada, estos son los pasos que debes seguir para que el gasto no recaiga sobre ti. Primero que todo, si caes víctima de uno de estos baches, llama a la Guardia Civil para que dejen constancia del lugar en un atestado. No olvides sacar unas fotos del bache como evidencia.
Después de este paso inicial, interpón una reclamación administrativa contra la entidad responsable de la vía, ya sea el Estado, las Comunidades Autónomas o las Diputaciones Provinciales. Son quienes deben pagar el arreglo. En la reclamación, incluye el costo que te ha implicado cambiar el neumático. La administración tiene hasta seis meses para pagar.
Para que todo este proceso no sea lento, contacta a tu aseguradora o alguna asociación de consumidores. Ellos actúan como intermediarios y pueden darle un empujón a la administración para que no se tomen unas vacaciones eternas.
