Málaga vibra con sus héroes y piden la obra maestra al Unicaja: "¡A por la liga, oé!"
-
Miles de aficionados festejaron el título de BCL con su equipo en las calles del centro
-
El Unicaja saborea la gloria en Belgrado y levanta su primera BCL
-
La redención de Kendrick Perry, el MVP más carismático del Unicaja
Un lunes lluvioso es menos gris si eres campeón de Europa. Tras la recepción de madrugada en el aeropuerto, una 'marea verde' de miles de aficionados del Unicaja salieron este lunes a las calles de Málaga para celebrar el título de la Basketball Champions League conquistado en Belgrado, en una rúa por el centro de la ciudad en la que el equipo fue aclamado por miles de seguidores.
La comitiva del club cajista partió en un autobús descubierto desde las instalaciones del pabellón de Los Guindos a las 18.30 horas, con 45 minutos de retraso por la lluvia, en una ruta hacia la sede de Unicaja Banco, situada frente a la céntrica la plaza de la Marina, donde ya esperaban miles de personas sobre las 19.00 horas.
Los hinchas del Unicaja, en su mayoría ataviados con camisetas y bufandas con los colores verdes del equipo, vibraron al exhibir los jugadores y el cuerpo técnico la copa, el primer trofeo de esta competición que gana el club andaluz, aunque el tercero en Europa, tras la Copa Korac que levantó en 2001 y la Eurocopa en 2017.
La plantilla cajista al completo, con Alberto Díaz, Kendrick Perry como flamante MVP de la fase final, Will Thomas o Dylan Osetkowski como jugadores más aclamados, no han sido los únicos protagonistas de la fiesta, pues no faltaron los cánticos dedicados al entrenador, Ibon Navarro, y a su plan de juego: “¡Ibon tiene un plan!”.
El Unicaja es el líder actual de la Liga Endesa y tiene el reto de hacer algo grande, ganar la ACB como hizo en 2006 con Sergio Scariolo en el banquillo. La afición quiere más festejos y lo dejaron claro al unísono: “¡A por la liga, oé, a por la liga, oé!”.
Ante esta petición, los gestos de pedir tranquilidad de Ibon Navarro provocaron las risas. Sus palabras en el balcón del Ayuntamiento fueron escuetas porque "ya no lo quedaba voz para hablar", aunque la justa para decir con ronquera: “¡Vamos a por el plan!”.
El presidente del club, Antonio Jesús López Nieto, animó a seguir siendo ambiciosos sin abandonar el camino de construir un proyecto “sostenible y sólido”. “Amenazo con regresar no muy tarde aquí; tenemos el reto de la liga y vamos a seguir molestando a los grandes”, subrayó.
“Gracias a la afición por llenar el Carpena sin importar el rival, gracias a Antonio (presidente), a Juanma Rodríguez (director deportivo), entrenadores, fisios, médicos, nutricionistas, embajadores, gente de oficina, periodistas. Esto es de todos y para la ciudad de Málaga”, decía Alberto Díaz en la entrega de unos obsequios institucionales por parte del Consistorio malagueño.
Tras la segunda parada en el Ayuntamiento de la capital, lugar icónico donde enseñar a las masas el brillo de los trofeos logrados, el bus retomó su camino por las céntricas calles de la ciudad rumbo al Santuario de la Victoria, para clausurar el itinerario con la ofrenda a la patrona de la ciudad.
Allí, en un acto más comedido, los jugadores recibieron el cariño de otros doscientos aficionados que esperaban en un pasillo para homenajear a sus héroes, pedirles fotos o chocarles la mano, un simple gesto que hacía especial ilusión a los más pequeños.
“¡Me ha chocado Carter, papá!”, expresó feliz y boquiabierta una jovencísima aficionada cajista; “Mamá, no he podido echar la foto bien porque es muy alto y no salía en pantalla”, expresaba otro joven tras intentar un selfi con Dylan Osetkowski.
La lluvia, que lastró el inicio de la rúa y obligó a sacar los paraguas hasta la llegada al Ayuntamiento, no impidió que este nuevo hito del Unicaja reuniese a miles de malagueños que, a pie de calle, en coche o desde los balcones aplaudían con orgullo y admiración.