Julián Muñoz desvela el lado más íntimo de su relación con Isabel Pantoja: “Era fogosa, una tigresa”

Julián Muñoz fallecía a los 76 años tras padecer un cáncer de pulmón. El que fuera alcalde de Marbella dejó grabada una entrevista que pidió que se emitiera una vez él hubiera muerto. Fue el programa '¡De Viernes!' el que consiguió confesiones que nunca antes había hecho, entre ellas, aspectos relacionados con la relación que tuvo con Isabel Pantoja.

La cantante y el expolítico estuvieron junto entre 2003 y 2009. El comienzo de su relación con ella se solapó con su relación con Mayte Zaldívar, algo que en su día ocupó numerosos titulares.

Julián era concejal de festejos y es a través de su labor en el ayuntamiento cómo la conoce ya que quería contratarla. "Yo quería contratar todos los años a Isabel Pantoja para que cantara en Marbella, pero como era muy cara no la contrataba", comenzaba diciendo.

"A mí era una tía que me había parecido siempre muy sensual, muy sexy. Y yo todos los años le decía a un amigo mío que quería traer a la Pantoja. Me decía que costaba ocho millones, pero era muy caro. Y así un año tras otro. Hablé con María Navarro para pedir a Isabel como imagen de Marbella. Yo buscaba también lo que buscaba. María Navarro me dice: 'Me ha dicho la señora Pantoja que toma su teléfono'. La llamaba al principio un par de veces o tres. Luego ya la llamaba todos los días. Todos los días. Yo a la Panto la conquisté por teléfono", relata Julián en sus memorias que ha cedido al programa.

Contó que incluso tenían conversaciones de 11 horas seguidas en las que hablaban de amor y dinero.

Julián Muñoz y el primer encuentro sexual con Isabel Pantoja

Julián Muñoz va más allá y cuenta cómo fue su primer encuentro sexual con la tonadillera. "Un día le digo a Benito, que era mi chófer: 'Benito, vámonos al Tívoli. ¡Vámonos al Tívoli, coño. ¡No preguntes!'. Vamos al Tívoli y aparezco yo. Y empiezan a decir que estaba ahí. Estaba dentro Diego, la madre y echó a todo el mundo fuera. Nos quedamos los dos solos. Y ahí fue donde hubo el achuchón como Dios manda. Un buen meneo. Ella estaba con ganas, como una tigresa".

"A mí la Pantoja no me gustaba ni físicamente ni cantando. En la Calendaria me fui a su habitación, Mayte se olía la tostada. Nos teníamos ganas, había atracción física, estuve toda la noche, me retiré por la mañana y en el desayuno nos encontramos con una sonrisa de oreja a oreja. Estaba encoñado, era una obsesión. Se me fue la olla y fue mi perdición. Isabel es muy sensual y muy fogosa", dijo de la cantante.