Life is Strange: Double Exposure, el significado del final y la escena poscréditos
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Un spoiler para los que hayan superado la secuela
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Un análisis con múltiples perspectivas de la trama
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La superación de la experiencia Life is Strange: Double Exposure más allá de la review forma parte de la capacidad de cada uno para desligarse de Max. Como esa misión es imposible desde el origen de la saga, el análisis para descubrir qué significa cada detalle del cierre de la secuela es una obligación. Un paraíso de spoilers con teorías para entender qué sucede, cómo y de qué manera en la trama de Caledon.
El seguimiento de la nueva historia de Maxime Caulfield es una tentación para cualquier seguidor del original, así como de los nuevos jugadores. La diversidad de opciones en la toma de decisiones de Life is Strange: Double Exposure cambia los acontecimientos, y están repletos de spoilers.
Por eso es fundamental entender esta noticia para un aviso a los fans que quieran conocer algo más sin haber jugado. Esta continuación Life is Strange es una maravilla independientemente del debate de Chloe y lo que sucede con ella en Double Exposure: por eso la advertencia de spoilers del juego a partir de estas palabras es necesaria más allá del empujón a jugar antes de seguir leyendo.
La toma de decisiones de Life is Strange: Double Exposure es especialmente satisfactoria, pero pierde fuelle al final. En el análisis el 88/100 habla de lo que me ha enamorado la trama, pero creo que en la última hora de juego todo se despedaza como no sucedía en el título original.
Lo pienso así porque ninguna de las decisiones de Max a lo largo de la partida parecen tan determinantes como sí suceden en juegos anteriores. Esa frialdad sólo tiene que ver con la conexión directa de esas elecciones, porque lo que es el acercamiento a los personajes, la relación entre ellos y la conexión total con la familia en el Turtle es impecable.
Spoiler alert, el significado del gran final de Double Exposure
¿Qué sucede entonces con el final? Pues el trazo más importante es la retahíla de diferentes discursos que van en la misma dirección: una secuela. Tras solucionar los duplicados Max tiene una última conversación con todos sus compañeros, y cada charla parece más una convicción para tener un juego nuevo que para cerrar una trama.
El "esta vez no me iré a ningún lado" es una definición que se posiciona poco después con el cierre del juego. La pantalla final con fundido a negro y la confirmación del regreso de Max Caulfield en una próxima entrega es esa explicación que no necesitas al final de la peli. Aquí llega, aunque ya era una obviedad. El "algún día volveré a Arcadia Bay" de Max es el mejor ejemplo.
Entre tanto el final con esa escena poscréditos de Sofi ya adelanta todo eso. Todo porque la decisión definitiva de Max no cambia el destino de nadie como sucedía con el juego original. Es de celebrar no usar los mismos arquetipos que el juego original, algo que se utiliza en muchos tramos de Double Exposure, pero en el cierre sabe a poco.
La escena tras los créditos de Sofi y Diamond
Amé cada parte del camino de Life is Strange: Double Exposure, pero su final me dejó helado. La irrelevancia del personaje de Diamond no encuentra acompañante para ser el giro final inesperado con supuestos poderes, lo que supone colar en el mismo videojuego dos personajes más con poderes además de Max.
El regreso de Safi para tener esa única conversación es una reverberación de esa continuación tan repetida en el cierre del último capítulo. La aparición de la sangre en la nariz es la demostración de que Diamond tiene algún poder oculto, una hemorragia que pasa ahora a un viaje personal con Safi. No sería extraño imaginar un DLC con Safi y Diamond hacia alguna otra parte como sucedió con la precuela original de Chloe en Life is Strange. Teorías, suposiciones y realidades que sólo pueden cambiar a instancias de cómo venda Double Exposure en los próximos meses.