Las ganas de los niños de Algemesí de volver a jugar al fútbol: "En cuanto haya una calle despejada, que ruede el balón"

Tras las devastadoras lluvias y las consecuencias de la DANA que afectaron gravemente a la provincia de Valencia, los niños de Algemesí, una localidad ubicada en la ribera del Júcar, ya comienzan a mostrar signos de esperanza.

El impacto de la DANA en Algemesí

Miriam, secretaria del club de fútbol local, relata cómo la comunidad vivió esos días de angustia. "Estamos vivos. Es como si estuvieses en una pesadilla constante, día tras día. No descansas bien, te da lástima no atender a todos", comenta, visiblemente afectada.

Aunque la situación es desoladora, la solidaridad entre los vecinos ha sido ejemplar. Miriam asegura que, dentro de todo el desastre, la gente del club está bien, y todos están colaborando para ayudar en lo que se puede. “Hemos dejado lo deportivo un poco apartado y nos hemos centrado en lo personal”, explica.

La falta de instalaciones y el reto de retomar el fútbol

Las consecuencias de la DANA no solo han afectado a las viviendas y a la infraestructura básica de la ciudad, sino también a las instalaciones deportivas. Muchos campos en los alrededores de Algemesí no están disponibles para los clubes locales. Miriam señala que, aunque algunos presidentes de clubes cercanos han ofrecido sus campos, la falta de transporte para desplazarse y la imposibilidad de organizar entrenamientos a corto plazo complican aún más la situación. “No tenemos vehículos para desplazarnos. Los padres no tienen coche para desplazarse. Nos va a ser casi imposible retomar la temporada”, admite la secretaria.

"Tengo a los entrenadores al cien por cien con nosotros. Dicen que quieren reunirse con los niños en cuanto se despejen las calles. En cuanto haya una calle despejada, que ruede el balón", explica Miriam. Según la secretaria del club, el objetivo es tratar de ofrecerles a los más pequeños, aunque sea por media hora, un pequeño respiro de la tragedia que ha sacudido su día a día. "Si podemos durante media hora evadirles de este desastre, nosotros contentos. Y los padres también, por supuesto", concluye con optimismo.

El sufrimiento de los niños y la resiliencia de las familias

La DANA no solo ha dejado huella en las infraestructuras, sino también en las emociones de los niños. "Yo como madre estoy intentando que no lleguen a ver esto. Te piden ir al cole para ver a sus amigos. Están pidiendo salir a la calle", comenta Miriam. Sin embargo, las condiciones en las que se encuentran las calles aún no permiten que los niños jueguen libremente, pues el barro y la falta de higiene suponen un riesgo para su salud.

"Hay que tener precauciones con ellos. Incluso dentro de la burbuja que les estamos metiendo para que no vean el desastre que hay", añade.

El proceso de recuperación de la ciudad de Algemesí

Aunque el futuro sigue siendo incierto, Miriam destaca el enorme esfuerzo que la comunidad está realizando para salir adelante. "Todavía queda mucho trabajo. Negocios vivos, aquí en la ciudad quedan muy pocos. Ahora estamos recibiendo mucha ayuda, pero no es cuestión de una o dos semanas. Yo poder ir a comprar al supermercado me va a costar un mes o dos", dice.

El padre de Miriam, presidente del club de fútbol, ha recibido numerosas llamadas de apoyo, incluso de la Federación, pero Miriam insiste: “Más que dedicarme a organizar un entrenamiento, tenemos que organizarnos para quitar lo que hay en las calles. Organizarnos para que los niños puedan salir a la calle a jugar. Y luego ya nos dedicaremos totalmente al club”.