Roberto Gómez cree que es una “vergüenza” que se haya jugado el Espanyol-Barça tras el atropello masivo

Derbi catalán en Cornellá y mucho en juego. El Espanyol y el Barça se medían en la jornada 36 y de ganar los culés se hacían con el título liguero. El partido comenzaba con normalidad, pero a los pocos minutos se paraba porque Joan García llamaba al árbitro. Era entonces cuando se conocía la situación que se había vivido minutos antes en los aledaños del estadio. Un coche atropellaba a una multitud antes de entrar. Tras estar parados unos minutos el encuentro, se avisaba por megafonía que la situación estaba controlada y el partido seguía su curso tras el atropello. Roberto Gómez ha hablado de esto en ElDesmarque madrugada.

"Siento vergüenza total de lo que ha ocurrido. Que se haya celebrado el partido sin saber lo que estaba ocurriendo fuera es una vergüenza. Era un accidente que no se sabían las consecuencias, por suerte solo 11 heridos, pero las imágenes son terribles. Que todo el mundo estuviera pendiente única y exclusivamente del partido... ¿Qué sociedad tenemos? No ha habido nadie, ni el presidente de la Generalitat ni el Delegado del partido para suspender el partido... Esto se lo tiene que hacer mirar la sociedad y sobre todo la sociedad del fútbol", dijo el periodista en el programa.

El atropello que sobrecogió a la afición del Espanyol y pidió la suspensión

El incidente, ocurrido "aproximadamente en el número 100 de la Avenida Llobregat", a las 21:02 horas ha marcado el inicio del encuentro de LaLiga entre el Espanyol y el Barcelona.

"Una persona que conducía un vehículo por una vía abierta se ha visto rodeada por aficionados que se dirigían al estadio y, por algún motivo que aún no tenemos claro, ha acelerado para abandonar el sitio", ha apuntado Eduard Sallent, omisario de los Mossos d'Esquadra.

Sallent ha comentado que esta persona "se sentía acosada" por la situación y, en la "huida", ha provocado el accidente. Esta persona ha sido detenida y ha dado negativo tanto en alcohol como en drogas, y el caso está en manos de la Unidad de Investigación de Cornellà de Llobregat.