El primer año de Fernando Vidal en el Dépor: una sombra muy negra y algunas luces
El equipo de trabajo del presidente del Deportivo, Fernando Vidal, cumple este domingo un año al frente del club gallego, un periodo en el que no pudo evitar el descenso a la Segunda División B y en el que cambió el mapa accionarial de la entidad blanquiazul, con la entidad financiera Abanca como principal socio con más del 70 por ciento del capital social.
El 9 de diciembre de 2019, Paco Zas, que había asumido la presidencia a finales de mayo, presentó su dimisión por los malos resultados y la crisis social en el club, que era colista de Segunda División B tras haber protagonizado la peor serie de encuentros sin ganar en las dos principales categorías del fútbol nacional: 19.
En pleno parón navideño, Fernando Vidal, con el apoyo de Abanca, presentó su candidatura el 26 de diciembre de 2019 y, aunque Zas y su consejo tenían pensado llevar las riendas hasta la Asamblea fijada por ellos para el 14 de enero de 2020, decidieron echarse a un lado el día después, 27 de diciembre.
Dejaron así vía libre a Vidal para que pudiera dirigir el club, aunque hasta la Junta de enero fue el abogado Juan Antonio Armenteros el que asumió la presidencia de manera interina junto a otros miembros del equipo.
De Luis César a Vázquez
Nada más aterrizar en el club, el nuevo Consejo criticó la pasividad del anterior en la toma de decisiones "urgentes". Lo primero que determinaron fue la destitución de Luis César, quien, curiosamente, cerró su etapa en el banquillo deportivista tras haber ganado sus dos últimos partidos, uno en la Copa del Rey (ante el Illueca, de la Tercera) y otro en LaLiga SmartBank, frente al Tenerife (2-1) y en el descuento.
Para reemplazar a Luis César, llegó unos días después Fernando Vázquez, que regresó al Deportivo cinco años y medio después. El Deportivo se reforzó en el mercado de enero gracias a un préstamo participativo que le concedió Abanca y que le permitió subir el límite salarial y el equipo reaccionó en el césped.
Del milagro al descenso
A mediados de enero, tal y como estaba previsto, Vidal fue nombrado presidente y el Deportivo siguió en línea ascendente, hasta el punto de salir de los puestos de descenso, a los que acabó volviendo antes de que el coronavirus aplazara el final de la temporada.
El equipo coruñés sacó de nuevo la cabeza del descenso cuando se reanudó el campeonato, pero finalmente, en la penúltima jornada volvió a esas posiciones tras enlazar tres derrotas, y perdió la categoría en el último partido, en el que no pudo jugar en horario unificado al haber sido aplazado su encuentro por los casos de coronavirus de su rival, el Fuenlabrada.
Además, sufrió la primera crisis en el seno del Consejo de Administración, con las discrepancias de Miguel Otero sobre la deuda del Deportivo, que abocaron en su destitución semanas más tarde en la Asamblea de Accionistas del 28 de julio.
En esa cita con los socios, con el equipo inmerso en una batalla en los despachos por quedarse en la categoría de plata, el deportivismo aprobó el canje de 35 millones de deuda con Abanca por acciones del club, y una ampliación de capital por el mismo importe para los socios y aficionados. La suscripción de acciones fue muy baja y Abanca se hizo con el control del club con más del 70 por cien del capital social.
El infierno de la Segunda B
El Deportivo se vio obligado a competir en Segunda B cuarenta años después de su última participación en la categoría de bronce y, por ahora, se encuentra en las posiciones que permiten luchar en la siguiente fase por ascender, aunque el último resultado de 2020 en la competición liguera fue un doloroso 1-2 ante el filial del Celta, su máximo rival regional, en Riazor.
Días después de ese varapalo y antes de cumplir el año de la entrada del equipo de Fernando Vidal en el club, el Deportivo nombró consejero a su actual director general y de las sociedades dependientes del equipo, David Villasuso, que se había incorporado en junio desde Abanca.
Villasuso suple a vacante de Miguel Otero y su nombramiento debe ser ratificado por la próxima Junta General de Accionistas de la Sociedad, que aún no ha sido convocada.
