Siempre hay algo que celebrar en el SURNE Bilbao Basket

Con los cantos de sirenas de los Playoffs que hace años soñamos escuchar, una década en concreto, un “annus horribillis” en Liga Endesa para el SURNE Bilbao Basket ha tocado a su fin. La resaca con la Copa de la FIBA Europe Cup está bien claro que lo arregla TODO, pero no debe caer en el olvido, una Liga ACB con muchas más sombras, que claros. Otra derrota contra el FC Barcelona, donde no se jugaba nada, cerraba el curso con un balance en los últimos partidos de (1 victoria/ 7 derrotas).

Desde la temporada del descenso, nuestra peor clasificación, junto a otro horrible año en 2021 salvando la categoría en el postrero partido contra el Joventut, quien tampoco se jugaba nada, con las (11 victorias/23 derrotas) de nuestro casillero final, en varias temporadas pasadas se hubiera descendido y no muy lejos en el tiempo.

El año de celebraciones en un club con 25 años a sus espaldas, las victorias en la cancha tan importantes como en la FIBA Europe Cup o la salvación en la liga ACB, son siempre bien recibidas, pero la anunciada en el último partido de este curso 2024/25 con el fin de los números rojos y no en el marcador, si no en las cuentas corrientes, pasando al negro, ese color muy nuestro, es vital para existir con la cabeza alta.

Sin reproches, sin la persecución constante de los fantasma de esas famosas navidades pasadas, que no dejaban respirar al club en todo el año, ni crecer en demasía en lo deportivo.

BBK Fundazioa se une de verdad a las siglas SBB y es la mayor alegría del año, el mayor triunfo de la temporada.

Se vive de victorias, de economía saludable, de puntos, de estabilidad, de asistencias, sin incertidumbre, al final de todo, de resultados positivos. Y por fin han llegado. Una mala Liga se ha arreglado con un título histórico en Europa, pero se no debe olvidar, que algo que te da de comer, lo debes tener siempre bajo el brazo, como el pan, hoy ha salido bien, pero varios equipos con un juego muy similar al nuestro y por pequeños detalles, pasarán hambre mañana, pocas escaleras más abajo.

Muchas estadísticas finales han dejado a las claras por donde íbamos a transitar este año, cierto que el equipo ha tenido muchos percances en forma de lesiones, bajones físicos y demás contratiempos típicos de un club con nuestro presupuesto. En valoración (13º), en puntos (16º), en rebotes (16º), en asistencias (14º), en robos (11º), en tapones (11º), en pérdidas (2º), en triples y tiros de dos (15º) y en tiros libres (5º).

La permanencia queda claro que se ha conseguido en casa, con 9 victorias de las 11 obtenidas, las que faltan hasta cuadrar las cuentas, son las dos solitarias victorias fuera de casa y casualidades de la vida contra los dos equipos descendidos, en la jornada 06ª en Granada y la jornada 13ª en A Coruña, muy pobre bagaje fuera de Miribilla, sin triunfos en toda la segunda vuelta.

La temprana victoria contra el Real Madrid y un Gran Canaria más preocupado por la Final de la Eurocup, han sido lo único positivo que se ha podido rascar de algún equipo entre los nueve primeros clasificados en nuestro feudo.

Pero al mal tiempo pasado siempre buena cara y sigo viendo el vaso medio lleno. Cuando se apagan las luces del pabellón, sin tiempo de espera comienzan a despertar los movimientos en las cocinas de los despachos, con salidas esperadas, renovaciones a fuego lento y recetas futuras para poder saborear nuevas ilusiones, Rafa Pueyo sigue siendo un “Tres Estrellas Michelin”.

Hlinason se quedará un par de temporadas más y a Pantzar parece ser
que nos lo cederán desde Málaga. No quiero olvidarme desde aquí, una humilde pluma, perdón “lapicero Staedtler 2HB” con base negra está claro, para despedirme de nuestro inmenso Capitán RABASEDA, que puedes estar
tranquilo, “SÍ has dejado huella“ y tu hijo por supuesto que puede seguir siendo del Athletic Club jejeje, pero recuérdale que sobre todo del BILBAO BASKET.

También un “agur eta eskerrik asko” a Sergio García, el coach donostiarra, pieza importante en el banquillo de Ponsarnau, que emprenderá su camino en solitario con el equipo de su ciudad, el Gipuzkoa Basket, seguro con unas inmensas lecciones aprendidas y esperando verte pronto por Bilbao, será buena señal de tu gran trabajo.

.- Por maga