

Locura total en Santander: el Racing empata en el 98' ante el Mirandés con un gol estrambótico
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Locura en Santander. El Racing y el CD Mirandés han firmado un partido frenético y de locura, cerrado con un gol en propia puerta de Sosa que dio el empate al cuadro cántabro a los 98 minutos y con polémica, pues el colegiado había añadido 6'. Los burgaleses acariciaron la final del playoff de ascenso durante buen tramo del encuentro y se llegaron a poner dos veces con dos goles de ventaja en el marcador, pero el cuadro local logró el empate in extremis.
Frenético primer tiempo y golpe del Mirandés
El ambientazo de El Sardinero hacía presagiar un duelo de alto voltaje y buen fútbol. No defraudó. El primer tiempo reflejó el sentir de los dos equipos: un Racing vertical, un Mirandés que no está por casualidad en el sitio en el que está.
Mantilla estrelló en el larguero la primera ocasión del partido, Ezkieta respondió en el área contraria con un paradón a Reina que evitó el 0-1 y Raúl Fernández llegó a tiempo para evitar un mano a mano de Iñigo Vicente tras un gran pase de Andrés. Mario García, a todo esto, se jugó la roja directa con una entrada sobre Iker Benito en medio campo que acabó solo en amarilla, pues el colegiado interpretó que no era el último hombre.
A partir de ahí, la locura. Panichelli regaló el 0-1 a Izeta en el 31', Hugo Rincón firmó un golazo al contragolpe cuando la jugada pedía un pase para poner el 0-2 en el 34' e Iñigo Vicente redujo distancias en el 40' empujando a la red un centro chut de Arana.
El Racing, de la cuneta al empate en el 98'
No se frenó el ritmo en la segunda mitad. Lachuer, Izeta y Tomeo rozaron el tercero del Mirandés tras el paso por vestuarios hasta que Reina logró elevarlo al marcador tras fusilar con la zurda una buena dejada de Panichelli dentro del área.
El Racing estaba contra las cuerdas y la afición y el equipo quedaron tocados. La ventaja visitante era importante, más aún teniendo en cuenta el 'factor clasificación' y el 'factor campo' para la vuelta. Aún así, los cántabros no perdieron la cara al partido y se metieron de lleno en la eliminatoria con un gol de Andrés, que remató solo en el segundo palo un disparo mordido de Gueye.
Jeremy tuvo el empate en sus botas, un fuera de juego frenó la euforia a Andrés en el 93' y el 3-3 definitivo llegó en el 98', pese a que se habían añadido 6 minutos. Una jugada rocambolesca que acabó con un disparo de Karrikaburu en el larguero que tocó en Sosa, acabó en su propia portería y, llorando, besó la red tras tocar de nuevo en el palo. Todo abierto para Anduva.